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“Estén siempre alegres: El Señor está cerca”

Juan (1,6-8.19-28 ): Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino testigo de la luz.  Éste es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: “¿Quién eres tú?”.  Él reconoció y no negó quién era. Él afirmó: “Yo no soy el Mesías”. De nuevo le preguntaron: “¿Quién eres, pues? ¿Eres Elías?” Él les respondió: “No lo soy”. “¿Eres el profeta?” Respondió: “No”. Le dijeron: “Entonces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?”. Juan les contestó: “Yo soy la voz que grita en el desierto: ‘Enderecen el camino del Señor’, como anunció el profeta Isaías”. Palabra del Señor En esta tercera semana de Adviento la Iglesia, quiere despertar en todos nosotros sus hijos e hijas sentimientos de profunda alegría: «¡Estén siempre alegres

ESTÉN DESPIERTOS, VIGILANTES… COMPARTIENDO CON ALEGRÍA Y ESPERANZA

Qué bueno poder empezar un nuevo año litúrgico, es el año que la iglesia considera ese tiempo para poder contemplar las verdades de nuestra fe, empezamos este domingo 3, y vamos adelantándonos a eso. Vamos a tratar de comprender que es el adviento, son 4 semanas, y después viene la navidad. ¿Qué es adviento? Es venida, advenimiento, del verbo venir. Si la iglesia pone 4 semanas para vivir el adviento, ¿de quién se trata, quién viene? Vamos a tratar de acercarnos a esta realidad profunda del adviento, porque después del adviento celebramos Navidad que es el nacimiento de Jesús. Adviento es el tiempo precioso, necesario, para nosotros poder comprender, conocer lo que es nuestra fe cristiana, católica, del misterio tan grande de que Dios se hizo hombre. Es esa realidad de que Dios infinito, grande, quiso venir en la humildad de nuestra carne, Dios quiso venir al mundo en una persona humana como nosotros. Dios vino haciéndose hombre, el que es eterno, el que no tiene principio ni

El que se humilla será ensalzado

Buenos días hermanos, vamos a compartir el Evangelio y la reflexión de este domingo. XXXI del tiempo Ordinario. Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos  y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos.   Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen.   Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas.  Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; ensanchan las filacterias y alargan las orlas del manto;   quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas,   que se les salude en las plazas y que la gente les llame `Rabbí'.   «Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar `Rabbí', porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos.  Ni llaméis a nadie `Padre' vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo.  Ni tampoco os dejéis llamar `In

“Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." Mt 21,28-32

  En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: 'Hijo, ve a trabajar hoy en la viña'. Él le contestó: 'Ya voy, Señor, pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Este le respondió: 'No quiero ir', pero se arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?". Ellos le respondieron: "El segundo".  Entonces Jesús les dijo: "Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas sí le creyeron. Ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él".  Palabra del Señor.   Vamos a empezar este momento de oración con  el Salmo 25, 4-5 “Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas:

ORANDO CON EL EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS – CAPÍTULOS 3 y 4

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Jesús empieza a predicar la buena noticia, es el anuncio en medio de un pueblo sufriente, proclama una noticia de esperanza. ¡Damos la experiencia de tener esperanza! Señor, que veamos la vida de diferente manera. Él proclama la buena noticia del reino. Mucha gente le sigue pero hay una diferencia con algunos que le siguen más de cerca “se retiró con los suyos a orillas del lago”. ¿Quiénes son? Jesús les ha llamado de manera personal “llamó a los que él quiso”. Son aquellos a los que el Señor les ha llamado y les ha invitado a seguirle. Había personas que acogían su llamado y respondían, los invita a ser colaboradores para compartir con Él la vida, Jesús elige a los suyos. Mc 3,13-14 “subió a la montaña y llamó a los que le pareció bien. Una vez reunidos eligió de entre ellos a doce” . La montaña es un lugar sagrado, representa a Dios, es solemne. Sube a la montaña que expresa el lugar de cercanía, expresa ese lugar a solas con Dios, un lugar sagrado donde puedo estar en silenc
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ORANDO CON EL EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS INTRODUCCIÓN AL EVANGELIO Buenas noches hermanos, como ya hemos dicho, comenzamos un ciclo nuevo en la Escuela de la Palabra. Nos adentramos en la Escritura, en el Evangelio según San Marcos, iremos conociéndolo capítulo a capítulo dejando que la lectura y oración del Evangelio nos ilumine y enriquezca. Evangelio viene del griego euangelion que quiere decir “buena noticia” y así quiere ser para los que lo reciben, una “buena noticia”, una nueva luz, un nuevo camino que cambie radicalmente nuestras vidas en positivo y nos haga felices y profundamente misioneros. El evangelio es el anuncio de la vida, palabras, hechos y destino de Jesús que pretende transmitir la fe y con ello la vida eterna. Por eso vamos a adentrarnos en el evangelio de San Marcos con una actitud creyente y de acogida. Este evangelio es el más antiguo de los cuatro evangelios. Fue escrito hacia el año 70 d. C. dirigido a una comunidad de cristianos de origen pagano