“"Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo."
Evangelio según San Juan 16,20-23a.
Jesús nos invita a escucharle todos los días, y como fruto de esa escucha amorosa, serle fieles.
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos:
"Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo."
La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo.
También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar.
Aquél día no me harán más pregunta
"Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo."
La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo.
También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar.
Aquél día no me harán más pregunta
Queridos
hermanos, Jesús nos sigue preparando el corazón para la llegada del Espíritu
Santo, que viene para hacernos nacer a una Vida nueva.
Y ahora lo hace
tomando una experiencia humana, muy familiar para todos, un parto, es algo muy
natural porque todos somos fruto de un parto, todos hemos llegado al mundo de
esta forma, sea por cesárea, natural pero no hemos aparecido en el mundo como
algo mágico.
Nuestro Señor
mismo quiso nacer así, pasar por ese mismo proceso, en su Encarnación.
“La
mujer se siente afligida cuando está para dar a luz, porque le llega la hora
del dolor. Pero después que ha nacido la criatura se olvida de las angustias
por su alegría tan grande; piensen: ¡un ser humano ha venido al mundo”
Jesús ya se goza
pensando en nuestro nuevo nacimiento!! Y no invita a PENSAR…..¡piensen!: ¡un
ser humano ha venido al mundo! Esto es una maravilla, Jesús se goza en la Obra
del Padre y en lo que quiere seguir realizando en nosotros desde la entrega de Jesús
en la Cruz: El Nacimiento del hombre nuevo
en Cristo!
El Espíritu me hacia
acordar los momentos que pasaba antes de dar a luz mis hijos, las que hemos pasado por esta
experiencia sabemos del dolor que se sufre, porque es muy fuerte, y en el
momento que el bebe está por salir es cuando más nos cuesta, porque hay que
empujar muy fuerte y las personas que te acompañan te dicen ¡puja! ¡puja!
(Pujar: Luchar, hacer fuerza para conseguir
algo)
Y una dice, “ya
no puedo más” pero con más fuerza te piden que te esfuerces.
Y así veía a
Jesús pidiéndonos más esfuerzo, poner más ganas para nacer a la Nueva Vida, que
va a nacer en nosotros como fruto de su entrega en la Cruz. Jesús va a pasar como por un parto, va a
sufrir por nosotros, va a morir en la cruz para darnos la Vida eterna, pero
quiere que nosotros también nos esforcemos, ¿Cómo?
Creyéndole
y permaneciendo en su Palabra, para
poder nacer…“Pues habéis nacido de nuevo, no de una
simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es
decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece. (1Pedro 1,23)
Jesús nos invita a escucharle todos los días, y como fruto de esa escucha amorosa, serle fieles.
Ser fieles
implica dolores de parto en cada uno de nosotros, esforzarnos, saber que de
nuestro sacrificio de amar a pesar de que nos cuesta, perdonar, tener
paciencia, salir de nuestro individualismo, etc. Todos esos esfuerzos tendrán
como fruto nacer a la vida nueva.
Y no es
fácil, a veces duele porque con las
personas que compartimos a veces son muy difíciles, y en esta realidad de esta
pandemia mucho mas, las personas no están como normalmente estarían, hay mucha
presión y estrés en todos nosotros, solo con la ayuda de la Palabra pasaremos
este proceso de parto, de nacer del hombre viejo al hombre nuevo.
“Así también
ustedes ahora sienten tristeza, pero yo los volveré a ver y su corazón se
llenará de alegría, y nadie les podrá arrebatar ese gozo”.
Que Nuestra
Madre nos ayude a ser fieles a Jesús,
recibir al Espíritu santo con mucha fe para entrar al gozo del Señor a la Vida
nueva y eterna que nos espera que no se compara con los sufrimientos de estos días.
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