La Vida eterna te deja solo motivado a entregar la vida (Jn 10,18)
“El Padre me ama porque yo doy mi vida para retomarla de nuevo. Nadie me la quita, sino que yo
mismo la entrego. En mis manos está el entregarla y el recobrarla: éste es el
mandato que recibí de mi Padre.” Jn 10,18
Gracias señor porque tu Amor me ha conquistado, gracias porque cada día eres más fuerte en mí, me has dejado
probar de tu amor; por tu Gracia y tu
Misericordia he conocido la Vida eterna
y no quiero perderla, más que la muerte temo Señor el perderte, dejar de
amarte.
He tenido que tomar decisiones en mi vida muy importantes,
pero lo más grande es decidir hacer la voluntad del Padre, no se compara con
nada porque tiene una trascendencia enorme: dar la vida para que muchos vivan
por eso no me puedo dejar quitar la vida por las cosas pequeñas y pasajeras del
mundo, esto implica estar siempre atentos,
no dejarnos llevar por la corriente, permanecer conectados al Amor,
porque es lo que nos motiva para entregar la vida.
Cuando me toca sufrir las humillaciones, y las pruebas, trato de reaccionar
inmediatamente sobre los pensamientos y sentimientos, retomar mi identidad y mi misión, quien soy yo y para que estoy en
este mundo. Trato de hacer lo que Jesús decía y hacia….nadie me quita la vida
sino que yo misma la entrego, y elijo
amar, nadie me obliga, el Amor me mueve; aunque quisiera hacer todo lo
contrario, el amor me motiva, y entonces la
carne, este cuerpo, (Rom 6,12) ya no tiene poder, porque ha muerto, “mis miembros deben ser
ahora como armas santas al servicio del Señor y con esto el mundo sabrá que yo amo al Padre
y el Padre me ama. Él dirige mi vida, su Espíritu me amarra de la cintura y me lleva donde
quiere, el Espíritu sopla y yo le sigo, no se adonde me lleve, pero yo doy mi
vida porque quiero, nadie me la quita, el Amor es mi motivo.
Dar la vida es morir cada día un poco para nacer a la Vida eterna, es un proceso
constante de conversión, de ir conociendo y amando mas y mas al Señor, es despedirse de personas , de lugares, de todo
apego y egocentrismo, ….¿cuánto me importa tu amor Padre mío, me mueve a dar la vida, a cuidarme de que
nadie me la quite?
Muchas veces al querer orar, preparar la prédica, saliendo de mi cuarto me faltan las fuerzas
para vivir mi oración, para dar el
amor que he recibido, viene la flojera, el desanimo, el sueño, el relativizar mi
prioridad por el Señor, el mal parece que se adelanta. Hay muchas cosas que nos
quieren quitar la vida vienen arrebatar
lo que nos has dado, entonces es cuando tenemos que decidir qué hacer, si
dejarnos quitar la vida, cediendo a la tentaciones; o decidir entregar la vida, pese a todo lo
que cueste.
Somos frágiles, podemos fallar pero siempre podemos volver a
empezar, ¿cómo?, con los ojos puestos en
Jesús que nos ama y acompaña, El no deja que nada ni nadie nos quite la vida,
que nos separe de su Amor.
Ayúdame señor a
reforzar mi voluntad cuando venga el
cansancio, el reclamo, la queja, ayúdame a volver a mi origen, a ser amor, a
dar la vida como tú, la diste por mi, con mis hijos, mis hermanos, ayúdame a no
desviarme del camino,
Perdóname por las veces que me he dejado quitar la vida, he
aflojado, y no permitas que me quede en la culpa, el remordimiento sino que me
levante de ello para mirarte y seguir.
Creo en tu misericordia que siempre que me arrepiento me vuelve a levantar,
como el alfarero, me haces comenzar de nuevo. Me amas tanto Señor, me has seducido,
has sido más fuerte que yo, me has
ganado Señor para Ti , mi vida te pertenece, por eso he decidió Señor hacer tu
voluntad nada ni nadie me puede arrebatar de tu lado porque tuya es la fuerza, y el poder que siento dentro de mí es
tu amor que me mueve, sin saber yo como, pero tú lo haces todo hasta mi deseo
de seguirte de ser dócil, viene de ti, todo es Don Señor, todo me lo das tu.
Gracias Padre, gracias Jesús, gracias Espíritu Santo, porque
me cuidas, porque si por mi fuera fácilmente me dejo quitar la Vida, pero tú no me sueltas “Nadie puede arrebatar de mi mano
lo que el Padre me ha dado”, gracias Señor. Aquí estoy para hacer tu voluntad,
hágase en mi como tú quieras Señor
cuando y en donde quieras, quiero entregar mi vida, por amor, nadie me la quita
yo he escogido entregártela Señor.
“El Señor esta cerca no te inquietes por nada .Que la paz de
Dios que es mayor de lo que te puedes imaginar guardará tu corazón y tus pensamiento en Cristo
Jesús ¡alégrate estate siempre alegre “Fil 4, 1.4-7
Gracias Mama María por rogar por mi y acompañarme en la
oración, ayúdame a vivir la Palabra que el Señor me ha dicho esta mañana, y en mi propósito de servirle
con humildad.
Dios nos bendiga.
Nila
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