ESCUELA DE LA PALABRA
COMO MARÍA SER PUENTE HACIA DIOS
14-08-2012

Buenas noches y bienvenidos a esta Escuela de la Palabra,  es una escuela en que María, nuestra Madre, nos quiere enseñar a orar con la Palabra de Dios. ¿Qué consiguió María al orar con la Palabra?
Ser puente entre Dios y la humanidad, es el puente que une la misericordia con nuestra iseria y en estos cincuenta años recorriendo la Palabra, sólo es  posible con la compañía de María, madre, compañera en todas las circunstancias del Verbum Dei,. Cuando veíamos el Cuerpo Místico de Cristo, a María se le considera el cuello, que es el que une al cuerpo con la cabeza, a veces parece que nuestro músculo del cuello  no fuera útil o no le damos la importancia que merece, dicen que no tenemos una cultura para fortalecer nuestro cuello y que tomamos conciencia de nuestro cuello, cuando sufrimos una lesión y perdemos el equilibrio, una adecuada respiración, y formación de todo el cuerpo.

María es el cuello, que debemos conocer, amar e imitar para lograr un equilibrio armonioso con Cristo que es cabeza y la humanidad que es el cuerpo, María hace las veces de puente por su disponibilidad a escuchar, guardar la Palabra en su corazón y dar vida a todos los hombres y mujeres de la tierra.

Ser puente no significa ser el más fuerte, ni el que ocupa un puesto de honor, sino que conoce muy bien la debilidad y la impotencia, María se turba ante la presencia del Ángel y se reconoce débil, «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?» y se hace cercana a Dios y a nosotros y se dispone a servir «Yo soy la servidora del Señor» para acoger como propias las necesidades de los demás; un puente porque tiene vocación para ese encuentro que la sitúa en relación consigo misma, con Cristo y con la comunidad humana.

Un puente cubre las necesidades de relación entre todos los miembros y los une, por eso María se le ve tan solícita en las bodas de Caná

Punto 1

Juan 2,  4-5 Qué quieres de mi María. Entonces la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino.»
. Jn 19,26Jesús le respondió: «Qué quieres de mí, Mujer? Aún no ha llegado mi hora.»
Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan lo que él les diga.»  Juan 2,4-5 

“Haced lo que El os diga” la señala como el verdadero puente, porque María es la que intercede entre Jesús y nosotros que se nos acaba el vino, y Ella no simplemente se da cuenta de nuestras carencias  sino que está dispuesta a poner solución, Ella pide el vino que le falta a nuestra vida cambiando nuestra tristeza en alegría que da la fe  en la Palabra de Dios,  cuando la escuchamos y aceptamos, haciendo lo que Él nos dice, es la Palabra, el vino que acaba con nuestra sequía y transforma nuestra vida en una boda permanente con Jesús y convierte este vino en la presencia de Jesús, que es el mejor vino que hace nuestra vida  deje de ser estéril, vacía, incompleta.

Nuestras vidas ¡que importantes son para Jesús!, por eso María se encarga de cuidarla, el Padre  Jaime Bonet, cuando recibió nuestro carisma, como él no entendía, el gran significado que tenía, pero intuía que era algo muy precioso, por eso se va a la gruta de la Virgen y le dice: Mira mamá yo no sé qué es esto, pero te lo encargo y cuando lo necesite me lo das, yo te lo encargo, es la actitud de un niño cuando tiene dinero y no sabe qué hacer, le dice a su mamá me lo guardas y cuando lo necesite te lo pido y eso nos recomienda a hacer en la oración, que nuestros frutos del diálogo con Dios,  María los cuide y cada vez que tambalea nuestras ganas de vivir la Palabra, le digamos : Mamá dame el fruto que te encargué.

Pero tú encargas lo que es tuyo y María hoy nos quiere encargar su ¡SI!, para animarnos también a dar nuestro SI, porque a veces no sabemos qué hacer, pregúntale cómo puedo decir mi ¡SI! 

Punto 2 

Lucas 1,38 ¡Cómo puedo decir mi ¡SI! María. ¡Enséñame!

Y por qué quiero que me lo enseñes. Jaime Bonet, nuestro fundador del Verbum Dei, dice

El sí de María nos extendió el poder de engendrar hombres nuevos, humanidad nueva, unos cielos nuevos y una tierra nueva, todo un pueblo de Dios, con tal que queramos hacer de nuestra vida un sí a su estilo, y con su radicalidad.

Lucas 1,38 Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» 

 La misión de María y la nuestra es ser puente, un puente que facilita el encuentro entre las personas, como dice el Padre Jaime Bonet, para engendrar una humanidad nueva, ustedes saben que hay   pueblos de nuestro Perú que viven aislados y por ello no tienen ni los servicios básicos,  y viven completamente atrasados,  con respecto a nosotros, no tiene ni identidad, yo trabajé por mucho tiempo en la selva, límite entre Colombia, Ecuador y Brasil, donde las personas no se sentían peruanas, no tenían identidad nacional y gracias a Dios que los misioneros franciscanos tendieron un puente aéreo para llevar allí a personas que puedan darles a conocer no sólo su identidad nacional, sino que ellos no están solos, sino que hay otros pueblos que también son peruanos y que unidos a ellos pueden salir de su aislamiento y pueden entablar relaciones mutuas para mejorar, superar dificultades.

Y eso es María nos ayuda a tender puentes para engendrar hombres nuevos, humanidad nueva, unos cielos nuevos y una tierra nueva, todo un pueblo de Dios, con tal que queramos hacer de nuestra vida un sí a su estilo, y con su radicalidad. ¿Cómo? No sólo diciendo, sino viviendo eso de “Yo soy la servidora” no sólo de Dios sino de sus hermanos, ayudándoles a superar todas sus aflicciones, miedos, soledades, aislamientos,  llevándoles el consuelo, el conocimiento de la Palabra, que es el puente que une, luz que guía, amiga que escucha, comprende, comparte y anima.

Y para imitar a María, primero tenemos que conocerla. ¿Qué significa conocer a María? 

PUNTO 3

Lucas 1,46; Juan 19,34 ¿Cómo te puedo conocer  Madre?

Jaime Bonet dice:

Conocer a María es entregarle la vida en sus manos, para redención de todos sus hijos; es dejarse abrir el pecho para refugio de pecadores. Conocer a María es repetir puntualmente la historia de amor universal de entregarnos, de Nazaret a Belén, de Belén hasta el Calvario.

Y para ello hay que tener los pies de María, para correr donde Isabel, correr a nuestros hermanos a decirle todas las maravillas que Dios hace en nosotros.

María dijo entonces: 

Proclama mi alma la grandeza del Señor, Lucas 1,46

Cómo podemos ser ese puente como María, conociéndola, como dice Jaime es poner nuestras vidas en sus manos para que como madre de un hogar inmenso, nos enseñe a unir y reunir a los hermanos,  es abrir nuestro pecho como Ella, para que sea refugio del pecador, del que nos necesita.

Ella es capaz de cantar el magníficat porque reconoce que Ella por si sola no puede hacer nada, que Ella se atreve a decir hágase en mi según tu Palabra, por pura gracia de Dios, por lo significa Dios para Ella, Él es todo para Ella y Ella es todo para Él,  Él es su fuerza, su Roca, su fortaleza, su refugio y en eso la convierte Dios para nosotros, Ella es la mujer común y corriente como nosotros, débil, pero con Dios se hace fuerte, para poder ser nuestro refugio, yo me acuerdo, que en el colegio, cuando teníamos alguna dificultad, miedo, nos íbamos a una pequeña gruta y ahí le contábamos lo que nos pasaba y volvíamos al salón o nos íbamos a nuestra casa fortalecidas,  ¿Qué cosas no escucharía; María,  de nosotros? Alegría, llantos, tristezas, miedos, lo poníamos todo a sus pies seguros de que nos sacaría de todo las dificultades y le agradecíamos llevándole flores porque era la madre buena que nos salvó de una mala nota, de una paliza, ahora ya viejos  nos sigue sacando de las tristezas, de las angustias, soledades, traumas y sigue siendo ese puente, diciéndole a Jesús ¡Cámbiales la Vida! Hazlos buen vino que otros puedan disfrutar de su presencia, de su Amor y nos sigue enseñando “Haz lo que Él te diga” abriendo tu corazón a Dios y a los demás.

Cuando María dice mi alma engrandece al Señor, está leyendo su vida a la luz de la Palabra y de reconocer que Dios ha trabajado la historia de su vida y no es que todo le iba bien, porque si nos acercamos a su vida encontramos sus dificultades, las  incomprensiones, la huida a Egipto, y sobre todo la muerte de su Hijo y en toda ocasión aprende a orar desde el magníficat porque sabe que Dios es el fuerte y que las dificultades de la vida no le van a robar el gozo de su esperanza, de la resurrección, que tiene cada día, cada acontecimiento de nuestras vidas.

María en el camino de la vida no se olvida de su ¡Hágase!  Porque ese hágase es camino para nuestras vidas y la de  muchos que no te imaginas, en el sepelio de un amigo, yo estaba rezando el rosario con todos los que estaban ahí y una señora que ni conocía se me acercó y me dijo, que estaba muy agradecida conmigo, porque una vez que fue a la comunidad, le había ayudado mucho, por la forma cómo oraba, me dijo hasta de mi entusiasmo al cantar y cómo ayudaba a los demás a orar, yo no me acordaba de ella, ni de lo que contaba, pero me quedó eso: que la vida de los otros depende de nuestro testimonio de vida, que es como un puente que hace pasar una vida de soledad y pleitos con su esposo,  al  diálogo y a la comprensión y eso a ti te hace cantar mi alma engrandece al Señor, porque Él obra maravillas en nuestra vida, sólo Él , nos hace testigos de una vivencia familiar. 

Y en eso María es experta, porque no permite que nosotros siendo hermanos, y teniéndola a Ella como madre, podamos vivir en orfandad,  aunque muchas veces no vayamos viendo avances en nuestro proceso y camino, tengamos fe y valor, porque esto no lo llevamos nosotros,  María nos ayuda a hacer lo que Jesús nos diga, porque ese tesoro en nuestras manos de barro lo podemos romper y nos invita a que, de ahora en adelante, caminemos en el ritmo de Dios, al ritmo de su amor. Y eso es ser humilde

PUNTO 4 

Mateo 12,47-48 Enséñame Madre, hacer la Voluntad del Padre 

La humildad de María forma a Jesús en todos sus hijos. La persona falta de humildad opta y decide matar a Cristo en sí y en los demás, antes que dar su brazo a torcer o soltar su opinión o criterio propio. Es la ruina y muerte de los miembros de Cristo; profana la comunión.

Y cómo ser humilde, es humilde cuando aprendemos hacer la voluntad de Dios, Alguien le dijo, a Jesús: «Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren hablar contigo.»  Pero Jesús dijo al que le daba el recado: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?»  E indicando con la mano a sus discípulos, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos.

Lc 2,49Tomen a cualquiera que cumpla la voluntad de mi Padre de los Cielos, y ése es para mí un hermano, una hermana o una madre.» 

La mayor dicha de María, es formar a Cristo en nosotros, porque sabe que Él,  es la Palabra enviada del Padre, y que su misión es servir a Jesús  con todos los seres humanos, desde lo que es, un puente por donde transita todo el pueblo de Dios para llegar a ser Palabra de Dios, ahí reside su humildad, que no se toma atribuciones que no le corresponde sino se reconoce como la esclava que tiene los ojos fijos en las manos de su Señor y Dios  y  es que eso que oramos va haciendo de nuestra vida Palabra, ese es el reto y el por qué de la oración. El camino de la oración es el de asemejarnos a Cristo, que cada vez seamos más parecidos. Y es bueno reconocer que en ese camino necesitamos de la mano de una experta discípula: nuestra Madre María, que es modelo de discípula de oración es la que nos enseña a hacer ese camino donde a base de escuchar la Palabra, nuestra vida se va pareciendo a la Palabra.

Hay una canción que dice: jamás persona alguna tuvo parentesco tan cercano e íntimo con Dios que María y es justamente la que la hace cercana es la acogida a la Palabra de Dios y la vive y se  hace por ello la esclava del Señor y da su brazo a torcer, cuando el Ángel le dice : serás la madre de Jesús, ella opina, dialoga, analiza y pregunta ¿cómo será eso, si soy virgen? Se despoja de su criterios, no quiere tener la última palabra, acá se hace lo que yo digo, u  opino, es la muerte a nuestro yo, egoísmo.

La humildad de María se hace posible en el silencio, guardando asimilando la Palabra. 

PUNTO 5

Juan 12,24-26. Enséñame a callar para ser puente. 

El silencio de María es la puerta de entrada a la alta contemplación de Dios; es el secreto de su dilatado corazón de Madre universal; es la semilla de fecundidad por generaciones. El silencio de María, como el grano escondido en la tierra, es germinación de amores limpios y fuertes en el corazón de sus hijos; es gestación de otros Cristos para redención del mundo.

Juan 12,24-26.

Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto.

Yo cuando le leía esta cita le decía a María, ¡Acompáñame María, con tu entrañable amor de madre! Porque también debemos de tener esos ratos de silencio,  ratos de silencio exterior y de silencio interior.
Yo no sé muchas veces nos reunimos para orar y desde que llegamos no guardamos ese silencio exterior que necesitamos para conectarnos con Dios, ese silencio va preparando el corazón para iniciar el diálogo, ese silencio exterior va a acompañado de la puntualidad,  por que los llegan tarde distraen el silencio que necesitan los hermanos que ya están conectados con Dios. En el teatro la función empieza puntual y no dejan entrar a los que llegan tarde pierden su boleto y su plata, nosotros ¿qué perdemos?  Y lo perdemos porque no sabemos a qué venimos a la capilla o a la Iglesia. ¿Cuál es el objetivo para ti venir a la Escuela o venir a orar?
Y eso es morir, para que la Palabra dé fruto,  es como la semilla  cuando se entierra, ahí en silencio, en oscuridad, en la  soledad se va abriendo a la vida y va creciendo y da mucho fruto, y ahí  voy muriendo a mí mismo, a mis deseos de hablar, de comodidad, de mis valores, de mis ilusiones, de mis proyectos, para salir de mí, es decir morir a mí como el grano de trigo y estar donde tú estás, darme a los demás, nos fuimos a ver la obra Toc, toc  y  presenta personas con trastornos obsesivos compulsivos,  y deciden hacer terapia de grupo, para ver si encuentran cura a su  males porque de hecho eran conscientes que esto no sólo les ocasionaba un malestar  y sufrimiento a ellos mismos,  sino a los que le rodeaban, y se dan tres minutas cada uno para  que  se sometan a dejar de hacer lo que les obsesionaba, por ejemplo hay una muchacha, que tiene el síndrome de nosomanía, que consiste que todo o todos están llenos de microbios y tienen que limpiar maniáticamente  todo y ésta cuando vio que otra compañera sufre la angustia  a que es sometida, se acerca a acariciarla y la besa, y se olvida por segundos de su manía, y así todos sin darse cuenta por segundos se olvidan de sus males por aliviar al otro creando puentes de solidaridad y aprender cuán tolerables podemos ser con los males del otro. El morir a nuestro yo hace que pensemos en los otros.
Y ahí en lo profundo de su ser se van dando frutos cuando hay esa aceptación a la Palabra en el silencio interior sobre todo, porque ahí es donde habita Dios y él es el viñador que va dejando que la semilla crezca para invitarnos  a vivir el cada día en servicio, en ayuda, en colaboración y entrega a Dios y a los demás.
Y ahí en el silencio de  María, vamos aprender a amarla y si la llegamos a amar la vamos a imitar.
PUNTO 6

Romanos 12,1-2; Juan 17,19 . Porque te amo quiero imitarte

Amar a María es depositar en la patena de sus manos todo mi ser, mi cuerpo y mi espíritu, para que lo ofrezca al Padre para redención de muchos de sus hijos. Amar a María es imitarla a Ella, reproducir sus rasgos hasta que se me distinga fácilmente como verdadero hijo suyo: su gracia, su pureza virginal, su transparencia, su sencilla y espontánea humildad. Amar a María es encarnar su amor servicial, disimulado, materno, no advirtiendo sino lo bueno de sus hijos y elevando y promocionando a todos en su crecimiento en el Amor 

Juan 17,19 por ellos ofrezco el sacrificio, para que también ellos sean consagrados en la verdad
Acercarnos a María, contemplar su vida y sus opciones no es solamente para quedarnos en una estado pasivo o de aplaudir o reconocer lo generosa que fue María con su vida; se trata de reconocer qué aprendemos contemplando a María, a qué,  nos lleva el ponernos ante una persona de tan alto nivel, pero a la vez descubrir que esa misma mujer es una mujer de nuestra raza,  un  ser humano como tú y como yo, pero que fue capaz de acoger sin miedo el proyecto de Dios.

¿A nosotros que nos hace decir que no al Proyecto de Dios? Nuestros miedos, obsesiones, traumas, superficialidad y por lo tanto no somos puentes sino medios  puentes o puentes  derrumbados, que de nada sirven,   y eso sucede cuando no se han fijado bien los cimientos, no se previeron detalles como el clima, el viento, la avenida de la aguas, la fuerza con que ésta viene.

En estos días el presidente iba a inaugurar un puente, pero antes de la inauguración vino una fuerte  corriente de agua y se desplomó,  y esa  imagen del medio puente, desde una orilla hasta el centro del río, me dio la sensación de un  proyecto inútil, piedras  incompletas sobre el correr de las aguas,  esfuerzo a medias, ingeniería frustrada porque si no hubiera ese medio puente se aceleraría la construcción de un nuevo puente pero con voluntad y recursos apropiados, pero el medio puente lo estropea todo, no permite cruzar el río, ni deja pensar en otro puente, porque hasta que haya otro presupuesto, estudios etc.
En nuestras vidas hay muchos medios puentes: planes a medias,  estudios a medias, probamos todo  sin entregarnos a nada. Evangelio a medias, fe a medias. Todo empezado de alguna manera, pero sin concluir,
¿Qué sería para ti una vida a medio puente?
¿Por qué muchas veces vamos sin rumbo por la vida? ¿Por qué tantas veces nos ilusionamos con proyectos y empezamos y no los llevamos a cabo? ¿Por qué nos ilusionamos por algo pero no nos convence? Quizás, la respuesta a estas y muchas cuestiones por el estilo, es que todavía vivimos nuestra vida escuchando muchas voces, escuchando la opinión de muchas personas, que son importantes en nuestra vida, o que tienen autoridad sobre nosotros, personas o ideales de la sociedad. El problema es que nos ilusionamos  con muchos brillos con muchas apariencias pero en realidad son falsos, no nos llenan, nos defraudan o, no nos vemos con las capacidades adecuadas para llevarlo a cabo y terminamos desistiendo, otro golpe para nuestra autoestima, y nos vamos debilitando. y quedamos confundidos, o rotos interiormente, incoherentes porque no podemos colmar las expectativas de todo el mundo.

Por eso, nuestra madre María que es bien sabia, nos da la clave, Hagan lo que él les diga” Jn 2,5 Así de sencillo, porque me conoce bien, que sabe de qué pasta estoy hecho y tiene un proyecto para mí,  a la medida de mis capacidades, un proyecto que no me rompe, que me realiza como persona, que me hace desplegar todo mi potencial humano y divino. Esa es la clave de la vida de María, el fruto de hacer lo que él nos diga es el “Magníficat” que canta María, ¿Quieres que tu vida sea un magníficat que cante las maravillas del Señor en tu vida? Pues entonces vive con un oído atento a su palabra, vive con delicadeza para escuchar  lo que Él te dice y ponlo en práctica, cierra tus oídos a otras ofertas o a otras voces que siempre has estado escuchando y que lejos de ayudarte a crecer te rompen internamente. Hoy, cada día presta atención a Su palabra, escucha tu realidad, tu sed, tus anhelos y haz lo que él te diga y entonces, te aseguro que serás otro Cristo.

Vamos a pedir a María, que nos preste su SI y la confianza en la Palabra de Dios para ser puentes que llevemos a Dios a todos los que nos rodean.

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