Te llamé por tu nombre

Estamos en la tercera semana de resurrección del Señor, y esta semana estamos orando las lecturas que nos haran profundizar en el LLAMADO DE DIOS Y EL SEGUIMIENTO.

Le daba gracias al Señor esta manaña por la vida, por poder amanecer y encontrarme con El, por la gracia de la oración, de poder escucharle como Jeremías, de dialogar como él lo hace con Yavé:

Jeremías dice:

“Me llegó una palabra de Yavé”: “Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tu nacieras yo te consagré, y te destiné a ser profeta de las naciones”

Y como Jeremías a nosotros el Señor tambien nos esta haciendo llegar su Palabra, “te conozco desde lejos, Yo te he consagrado por el Bautismo, te he separado para mi, tu destino, tu vida es para vivirla conmigo, ser mi profeta”, ...

Qué es ser profeta? Es ser Palabra de Dios. Anunciar, denunciar es construir un mundo nuevo, una tierra nueva, un pueblo diferente, una humanidad solidaria, compasiva, fraterna, donde reine el Amor, donde reine Dios que es el Amor perfecto.

Yo me encuentro muchas veces que mi respuesta ante la Palabra de Dios es mecánica, brota el si muchas veces del entusiasmo, o del compromiso con una comunidad talvez, pero falta profundizar en lo que implica el llamado de Dios, porque quiere que yo vaya?, para que?, cuales son sus motivos, dejarme convencer por sus razones... porque viene a mi encuentro a decirme que vaya a hablarle a su pueblo?, necesito escucharle larga, profunda, amorosamente, para encarnar en mi la fuerza de sus motivos, que penetren en mi, para que no me salga un si porque si, porque toca.

Esta mañana tambien contemplaba a Jeremías que pone delante del Señor, su limitación. “soy un muchacho” Señor de repente te has equivocado conmigo, no soy la persona que necesitas, quizas hay otros mejores, mas preparados, Jeremías, pone delante de Dios su inmadurez, su falta de preparación, porque ha profundizado en el mandato, en su implicancia y por eso siente miedo, que no va a poder, se hace consciente de la misión que Dios le encarga. Yo le decía al Señor, “Señor, creo que la fuerza para salir brota del conocer a que me voy a enfrentar y aceptarlo.

Pero haciéndome consciente de mis limitaciones para que cuando salgan en el camino vaya trabajandolas, tenerlas en cuenta para estar mas unida a Ti”. El Señor me respondia “Sin mi no puedes” JN 15,5

Por eso hoy queria ponerle al Señor tambien ante su llamado mis limitaciones, al contario de Jeremías, yo ya no soy una muchacha, y tengo miedo, “tal vez no pueda hacer lo que me has encargado, salir a denunciar y anunciar, me rechazen”, etc..

Pero me decia el Señor:

No me digas que eres un muchacho “...no me digas el estado, la edad, la limitación que tienes, yo los conozco, solo quiero tu si, ”, yo le decia “Señor tu ya sabes efectivamente “de que pie cojeo” verdad?

Y era eso poder reconocer que El me esta llamando por mi nombre, a mi, con toda mi carga de complejos, de defectos, asi como soy, ‘te llamo a ti, nila”, como he llamado a tanto otros, y no tengas miedo, tambien Moises, y Ezequiel, Gedeón (Jueces 6,15) y muchos otros, al comienzo pensaron que debia llamar a otro. Pero yo te digo que al igual que le dije Jeremías: “ iras a dondequiera que yo te envie, y proclamaras lo que yo te mande”.

No vas a ir sola, con tu palabra vas a ir conmigo, en tu pobreza vas a llevar la Riqueza de mi Palabra que es la Vida para tus hermanos”

Señor y como voy a saber lo que tengo que decir? .....Se necesita mucho dialogo , silencio interior ,encuentros personales, largos intimos con Dios, para estar en comunión con El y hablar lo que El quiere que hable.

“Tu ahora muevete y anda a decir todo lo que yo te mande. No temas enfrentarlos.....Este dia hago de ti una fortaleza, un pilar de hierro y una muralla de bronce frente a la nación entera”

Ante la promesa de Dios de darnos lo que necesitamos de darnos fuerza para seguirle y anunciar... quien podría decir?, soy un muchacho, me falta?, solamente se necesita una fe como la de Nuestra Madre para decirle “ Si, Hágase”, para confiar en que el Espiritu Santo bajará sobre nosotros, nos cubrirá con su Poder y nos dará todo lo que necesitamos para vivir nuestro ser profetas desde el estado en que estemos, laicos o sacerdotes, o misioneros religiosos. El llamado es a la renovación de toda nuestra Iglesia por la Palabra de Dios y por la Eucaristía, porque la humanidad nos necesita a todos.

Dios nos bendiga.

nila

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