Tengo otras ovejas que no son de este redil

Siento la confianza en nosotros de parte de Dios y gozar en su corazón al escuchar la Palabra de Dios, es que es el Buen Pastor, que da la vida por cada uno. El invierte su vida.

La Escuela es conectarnos con Él, y reconocer al Buen Pastor para que nos vaya guiando, somos sus ovejas rescatadas y salvadas cada día.

La Palabra cuando la escuchamos, es la Palabra del Buen Pastor, que se dona cada día, da la vida en su fidelidad, porque tiene fe en nos que podemos dar la vida por su Palabra.

La oveja es un animal muy miedoso, que de miedo se queda paralizada y Él se las juega porque sabe conectarse con nuestro corazón. Yo enseño catequesis a niños y adolescentes en Puente Piedra (Lima) y puedo ver su realidad y yo ahí amasando la Palabra para sacarlos.

Las ovejas tienen miedo de enfrentar sus problemas, y necesitan que una sea amigo de ellos, darles confianza para que abran sus corazones. Yo le digo a Jesús, yo me encargo, si tú te encargas de ellos. Y así empecé a hacer dinámicas de oración donde cada uno pedía por sus necesidades y es darse cuenta que Jesús conoce a cada una de sus ovejas y sabe llegar donde un asalariado no llega.

Jesús valora cada oveja y sabe que tienen sus asalariados, como son: la televisión, el cable, Internet, son asalariados que nos les importan las ovejas. El Buen Pastor, se juega la vida y nos acercamos a su Palabra, y cuando la escuchamos no nos deja igual. Y si no obedecemos a su Palabra, yo les pregunto a mis niños, Jesús ¿Se enoja o se entristece?

Cómo hacer comprender a un niño, que Dios es bueno, cuando su familia a veces vive situaciones extremas. Eso a mí me rebela. Pero les digo que cuando no hacemos la Palabra vida, Dios se entristece y sufre por nosotros por eso dio Vida por nosotros.

Pero nuestro corazón tiene miedo y tiende a huir pero el buen Pastor va donando su vida y los miedos se van disipando. Este Buen Pastores el que pregunta ¿Me amas? Entonces cuida a mis ovejas. Da la Palabra, la Palabra que escuchas con Amor, ayuda a las ovejas y reconoce a las que son de su redil

¿Y quién es el redil? La Comunidad Verbum Dei, donde hemos nacido, y somos el rebaño que vamos aprendiendo y vamos enriqueciéndonos unos a otros y enriquecemos a la Iglesia, recociendo que cada oveja es valiosísima. Cuando Yo tenía 19 años, en la comunidad recién pude ver mis capacidades porque Jesús cree en mí a través de la comunidad.

En comunidad vamos encontrando la riqueza de cada uno. Nosotros no podemos caminar solos porque solo no aprecia las riquezas del otro. Lo mismo pasa en el matrimonio, van caminando de a dos y en la comunidad nuestros matrimonio dan testimonio por que se van ayudando entre ellos

Lo mismo sucede con los grupos de señoras que en La Molina, están apoyando a un grupo de adolescentes y son una riqueza para la Comunidad.

Los Misioneros y Misioneras por su oración diaria y temprana son el sostén de la Comunidad y nos guían a través de la escucha, aperturas, acompañamientos, formaciones.

Jóvenes que se forman para ser apóstoles, que son el Buen Pastor que guía a su rebaño. Hay rebaños en La Molina, Cada parroquia donde vamos. Da alegría reconocer que el rebaño es la Iglesia y la Comunidad.

Pero Jesús dice, tengo otras ovejas que no son de este redil, ¿Cómo no atraerlas? Para que formen un solo rebaño.

Yo sentí ese llamado fuerte a ser buen Pastor, cuando hice el retiro de la Confirmación, me dijo¨: Serás profeta de las naciones y el Señor nos manda a diferentes partes a Trujillo, Lima, a La Molina, uno descubre que hay otros que no están en el redil y que nos falta compartir nuestra experiencia de Amor, y ellos son tu rebaño y tú el Buen Pastor.

Aunque sus realidades sean duras y son muy fuertes, como niños en extrema pobreza, que sufren tanto y cómo es que quieres que te conozcan y crean que eres bueno, cómo decirles eso ante sus problemas? Dios me dice doblega tu corazón y sigue adelante. A un niño se le murió su mamá con tuberculosis, le pregunté ¿Dónde está tu mamá? Y él me responde: En el cielo está con Diosito. Qué bueno que ellos crean en la Vida Eterna, en un Dios que los acoge y los ame y que lo haya hecho a través de mi entrega. Tú eres el Buen Pastor y conoces a cada una y das la Vida por ellos.

En esta época de Resurrección, Jesús se presenta como el Buen Pastor, para vivir su misión, que da la Vida, es un Amor que salva, que da fuerzas. Y te dice ¿Me amas? Jesús es tierno, y le dice a Pedro por ti doy la vida a pesar de tus miedos, con temblor en el corazón le dice bien sabes que te quiero, Jesús quería una respuesta de amor, apacienta mis ovejas, yo te sostengo, confío en ti. ¡Es de locos! Porque Dios sabe que no podemos apacentar a nadie pero te dice: Tu eres el Buen Pastor. Y nos das la alegría de experimentar de apacentar a otros a pesar de que eres Tú, quien apacientas.

Yo estaré siempre a tu lado diciéndote la Palabra de Amor, Jesús es el enamorado, el Dulce huésped, enamorado de nuestra Vida y cuando más enamorado está uno, más se ama a los hermanos. El necesita de un corazón que quiera responder a su corazón.

El ve a las mujeres atemorizadas van a ver el sepulcro, pero Él les dice vayan con alegría a dar la buena Nueva de la Resurrección y no dejaron la misión, y aléjense del sepulcro: del pesimismo que nos dice no yo no voy a cambiar, no hay esperanzas, etc. Yo soy tu compañero por eso nos encarga su misión.

¿Qué es la Misión? Acompañar a Jesús, no sólo es hacer cosas, ponerte al servicio de los otros, es dialogar con Jesús y decir que me toca ahora y que les toca a hacer a los otros y que ellos también desarrollen sus potencialidades. Misión también es dar testimonio o acompañar la predicación, no puedes predicar pero se puede dar aportes económicos u ofrecerse a limpiar la casa ¿Cómo te puedo ayudar? La Misión es acompañar a Jesús y no un peso.

Jesús nos dice: Ustedes son la luz del mundo, en el trabajo, casa, haciendo fraternidad allí con tus valores, no los ocultes yo te los encargo para todos.

Él nos invita a no ser incrédulos, obstinados, pero a pesar de ello nos envía a la misión aunque no tengas fe predica, Él ha nadie excluye.

Pobre de mí sino evangelizo, porque cuando no damos la Palabra, nos empobrecemos y Él dice lo que vas entendiendo de la Palabra dilo desde la terraza. El nos manda a configurarnos como a otros Cristos, ir a otros valorando sus vidas.