Sin Mí no pueden hacer nada
Sin Mí
no pueden hacer nada
Buenas
noches, mi nombre es Nila, les saludo en nombre de nuestro Señor y en nombre de
la Fraternidad Misionera Verbum dei Institución consagrada de la Iglesia
católica fundada el año 1963 por el Padre Jaime Bonet. Nuestro carisma es la
Oración, el testimonio de vida y la prédica de la palabra. en este momento por
mi voz les da la bienvenida y les bendice. hay una palabra que dios les dijo a
sus profetas y es bien cierto: “hoy pongo
palabras en tu boca serás como mi propia boca, por ti me daré a conocer”….y
por eso estoy aquí con la seguridad de que es Él quien les va a hablar a través
de mi. Es un Privilegio para mí esta noche ser instrumento del Señor como su
propia boca para pronunciar su Palabra.
Bienvenidos
a todos estamos muy contentos de que estemos aquí en la escuela de la Palabra.
Qué
es una Escuela de la Palabra?
Entre
muchas otras cosas es una Escuela de Oración porque venimos a aprender como en
toda escuela pero el Maestro es Dios es Jesús es el Espíritu Santo la Trinidad
ellos a través de su Palabra nos vienen a enseñar las verdad el camino y la
vida. Y nosotros conscientes de su presencia lo que tenemos que poner es mucha
atención a lo que nos vienen a enseñar..Ojo..Con creernos que ya lo sabemos, toda
la Palabra siempre es nueva, siempre es fresca, no son palabras pasadas, la
Palabra de Dios siempre es actual, por eso también necesitamos actitud de
humildad, pedir al Espíritu Santo que nos abra el corazón, el entendimiento
para acoger lo que Dios nos viene a dar.
Cantico
de la Palabra.
Y a mí
me daba mucha alegría escuchar la voz del señor cuando preparaba la escuela el día
domingo con el salmo. 23. El Señor es mi
pastor nada me falta en verdes pastos me lleva a descansar y repara mis
fuerzas.
Y
encontraba que esos pastos verdes frescos donde el Señor nos trae a descansar
es su Palabra, es el reunirnos aquí cada martes, después del trabajo: ya sea de
la oficina, del trabajo de la casa, del trabajo de la Misión, cada uno sabe lo que ha vivido hoy, aunque quizás
por fuera nos mantengamos parados, pero tal vez por dentro estamos cansados y
rogándole a Dios que no nos gane el sueño en la escuela. sin embargo hay Alguien
que también sabe que a pesar de tu cansancio has venido y quieres escucharle
con atención. Por eso El Señor te va a premiar va a reparar tus fuerzas, te
va a dar esa agua del manantial de la Vida, su palabra que renueva que
fortalece al cansado, que levanta al caído, que da fuerza al que está débil, su
Palabra es bálsamo para el corazón, su Palabra es esperanza, cuando creemos que
nada ni nadie nos puede ayudar El sale a tu encuentro y te dice yo nunca te he
olvidado, por eso te he traído esta noche. Escúchale, es tu Padre, es Jesús es
el Espíritu Santo que esta noche si tu quieres pueden empezar una historia
nueva en tu vida.
La
semana pasada Silvia nos
hablaba de los cuatro ejercicios propios de la espiritualidad del Verbum
Dei que el Padre Jaime Bonet nuestro
Fundador nos propone para que nos ayude
a seguir a Jesús de una manera más coherente.
Yo
veía nuestra vida espiritual ir sobre cuatro ruedas como un carro, que necesita
practicar los cuatro ejercicios espirituales: de oración, de amor fraterno, de
cruz y de misión, para poder ir por la vida parejos, sin desviarnos del ideal de Dios
para nuestra vida. No puede faltar el oxigeno de la Palabra de Dios en ninguna porque todas van de la mano,
integradas por completo no es que ahora
vivo el ejercicio de oración, luego el de la cruz, el amor fraterno o la misión
todas van juntas todas se complementan son un todo…los cuatro ejercicio dirigen
nuestra vida espiritual, para vivir al estilo de vida, de Jesús amando como El.
Hoy
día vamos a hablar sobre del ejercicio de oración.
Experiencia. Para mí el ejercitarme en la oración diariamente ha sido mi salvación
en todos los momentos de mi vida desde que le conocí. En los últimos meses he
tenido que estar fuera de mi casa, viviendo
en casa de familiares en otro país y la convivencia no es fácil, porque lo
primero que te sale es tu propia manera
de ser que quiere sentirse cómoda como en su
casa, acostumbrada a hacer y
disponer de su vida, de su tiempo, de lo que lo gusta y lo que no, al
estar en casa “ajena” te sientes
limitada como aprisionada por las circunstancias
El ejercicio de oración para mí
fue vital , cada día me levantaba para orar,
sacar los sentimientos, los pensamientos
que estaban dentro y dialogarlos con el Señor, dejando que me enseñe
como pensaba El, y lo que sentía respecto a cada
situación que se presentaba diariamente, como vivirlos cada día era dejar al Señor que me libere, que me ayude a salir de esa prisión en que me metían mi manera de ser, mis
complejos, mis viejas costumbres, el vivir como quiero yo…. y qué bonito era experimentar la presencia de Dios acompañándome, dándome
luz, llevándome a vivir en libertad soltar
esas viejas ataduras que no me dejaban
ser feliz disfrutar ver las cosas buenas y positivas, vivir en paz, en
armonía.
Una de las cosas más grande que nos da la el ejercicio de oración es
vivir en libertad...porque uno puede estar o sentirse preso no solo físicamente
sino en un matrimonio que no da más, en
la relación de novios, en el trabajo, en la comunidad, como hija o dependiendo
de alguien por alguna circunstancia o en
cualquier cosa que te estrese.…el orar te hace ser independiente de sentimientos
negativos, porque más que lo que por
fuera experimentas, es por dentro lo que nos encadena, nuestra propia manera de juzgar las cosas, a
la gente, te asaltan pensamientos que te separan de los demás, “soy una carga”
“seguro que ya no me quiere, tiene otra y por eso me trata así” “se están
aprovechando de mi, son unos abusivos, me pagan mal, son unos ingratos y malagradecidos”,
“para que me cambié de trabajo…, para que vine”……el hombre viejo interiormente
lucha por salir, por eso el ejercicio de oración se torna vital, imprescindible
porque el egocentrismo nos aprisiona, el
querer que todos gire alrededor de nosotros, y eso crea tensión. El vivir en
comunidad, es difícil, pero si vives orando lo ves todo diferente al final de
cada encuentro con el Señor tu sales
agradeciendo a Dios por darte la oportunidad de conocerte mas, y cuánto tienes
que trabajar en ti que a veces te creías ya estar en el “camino de la santidad”
…la oración te hace ser humilde, darte cuenta que no se puede hacer nada sin la
Palabra de Dios, porque solo allí encuentras la paz, la libertad, tomarle el gusto a todo, porque lo vives con Dios, la oración te hace
ver el sentido de tu vida: el estar en misión constante, creando ambientes
de fraternidad siendo luz, y sal donde el Señor nos lleva y entonces agradeces
y dices.”No hay mayor alegría que dar la
vida por los amigos”…esto es evangélico, solo el que ora lo puede entender
el resto no te entiende te dice es una locura. 1Cor 1,18
¿Por qué podemos
orar?
Muchas
veces escucho a las personas decir que a pesar de tener muchas cosas no son
felices, inclusive personas que dedican muchas horas trabajando para el Señor, ese
inconformismo es la ausencia de Dios en sus vidas, porque no se trata de tener cosas o hacer
cosas de Dios o para Dios, se trata de estar con Él.
Dios
que nos conoce nos llama incesantemente, nos inquieta, nos busca para ayudarnos
porque sabe que sin El nos podemos vivir, por eso ha puesto esa búsqueda en nuestro corazón. Dice el catecismo
de la Iglesia católica n 27. “El deseo de Dios está
inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y
para Dios; y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios
encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar.”
Podemos
nosotros olvidarnos del Señor, incluso rechazarlo, pero El nunca dejará de
buscarnos ¿cómo? Por el deseo de El que ha puesto en nuestro corazón, esa sed
de El como un grito que no podemos acallar, ni borrar con el ruido del mundo,
de los quehaceres, de los placeres sea diversiones, entretenimientos, cine, TV,
juegos, trabajo exagerado. Etc. Nuestro corazón está hecho para descansar solo
en Dios hallar su felicidad solo en El. Por
eso estamos inquietos mientras no demos con El, no le conozcamos, no le tratemos, no dialoguemos
con El.
Somos
capaces de dialogar con Dios de estar en comunión con El. Dice GS, 19 (documento de concilio vaticano II) la razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del
hombre a la comunión con Dios. El hombre es invitado al diálogo con Dios desde
su nacimiento; pues no existe sino porque, creado por dios por amor, es
conservado siempre por amor; y no vive plenamente según la verdad si no
reconoce libremente aquel amor y se entrega a su creador»
La
razón más alta de nuestra dignidad como seres humanos no está en el apellido
ilustre que podamos tener, nuestra dignidad no está en tener un carro último
modelo o el titulo de gerente de la empresa tal, mi dignidad no está en la ropa
que me ponga por muy Gap o Calvin Klein o Dior, que use, mi dignidad esta
puesta en que estoy hecha para dialogar con Dios, somos capaces de Dios, todos,
estamos invitados al diálogo con Dios desde nuestro nacimiento. Esta amistad con Dios esta comunión, es la
que conserva nuestra vida, la mantiene, la hace florecer y dar fruto.
Que no es oración. Antes de aprender a orar creía
que orar y rezar era lo mismo: repetir oraciones aprendidas de
memoria desde niña, en la Iglesia o el colegio, o lo que mi mamá con tanto
cariño me había enseñado y que siempre rezo. Aprendí que a la Iglesia vamos a poner velitas
a los santitos, y rezarles una oración y pedirles un milagro. Aprendí también
en un grupo de oración que hay que alabar mucho al Espíritu Santo, y recuerdo
que después nos preguntaban que habíamos sentido, yo me sentía bien un rato
pero también frustrada, porque no sentía
nada, … Recuerdo que me enseñaron también que tenía que hacer trueques con
Dios, por ejemplo “hazle promesas, pídele algo y le ofreces ponerte hábito un
mes y El te va a dar eso que le pides” en mi búsqueda de Dios quedaba frustrada porque no me llenaban estas maneras de
relacionarme con El
Todas
las prácticas piadosas son muy buenas
porque bien encaminadas nos preparan para el encuentro con el Señor son una
manera de encender nuestro corazón, prepararlo ´para el gran fuego de la
oración.
Porque
cuando ya te encuentras personalmente con Dios en su Palabra tú dices: nunca me había imaginado ni había pasado por
mi mente lo que el Señor había preparado para mi, todas estas maravillas que el
Señor va haciendo en mi vida…¡como no lo conocí antes, porque no me lo dijeron!
“Ni ojo vio ni oído oyó, ni por mente humana
han pasado las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman. Pero a
nosotros nos lo reveló Dios por medio de su Espíritu”
¿Qué es la oración?… Decía Sta. Teresa de Jesús "orar no es otra cosa
sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos
nos ama". La oración es una experiencia vivencial diferente,
es un encuentro entre la Trinidad y María y yo. Es una experiencia
personal que te cambia la vida.
Lo
que más me da confianza en la oración es tener esto bien claro en mi corazón y
mi mente.
Si estoy con alguien que me ama, esa
confianza me hace ir sin miedo, no tengo que estresarme pensando si voy a orar bien o no. Lo importante es
estar con El, es sobretodo dejarte amar, estar con el amado disfrutar de este
don de la oración que te hace gozar de su presencia. La oración no es para
sufrir, al contrario la oración es para
vivir en plenitud, es ese cordón umbilical por donde nos llega la Vida y el Amor
de dios, así como está el feto en el vientre de madre chupando la vida de la
placenta así nosotros del mismo modo
chupamos la Vida-Amor en la oración.. … si no oramos, vamos por la vida secos, amargados,
resquebrajados por cualquier cosita, desgastados sin ganas de nada.
Exp. Conocer lo que era verdaderamente la oración
fue algo que transformó toda mi vida porque descubrir que podemos ser amigos de
Dios, que podía hablar con Él,
escucharle, preguntarle cosas, y que siempre tiene una respuesta para todo fue
maravilloso. En el diálogo lleno de
confianza con mi Padre, con Jesús, a la luz del Espíritu Santo y en compañía de
María fui entendiendo que todos
que los fracasos, mis pecados y errores en mi vida fueron porque quise
vivir separada de Dios, queriendo resolver mis problemas, mis traumas, mis
conflictos yo sola, a mi manera.
Porque
como muchos pensaba que podemos vivir solos, porque eso nos enseñaron, a no pedir ayuda, que eso es humillante, eso
es de débiles, tu solo te bastas no necesitas de nadie, y ahí uno se va
volviendo individualista, autosuficiente, huraño, tímido, miedoso avergonzado
de decir ¡ayúdame, no puedo! Y ahí te caes en tus equivocaciones una y otra
vez. Cuando te encuentras con Dios, ya no te da
vergüenza “humillarte” reconocerte débil, vives en libertad. Tratar con Dios te
hace aprender a tratar con los hermanos te
hace humilde, estar en la verdad, no dejas de ser tu ni pierdes tu valor por
pedir ayuda…
La oración es para darnos cuenta que no podemos
hace nada sin ti Señor: “Yo soy la vid y ustedes los sarmientos. El
que permanece en mí y yo en él, ése da
mucho fruto, pero sin mí no pueden hacer nada. Mientras
ustedes permanezcan en Mí y mis palabras permanezcan en ustedes, pidan lo que
quieran y lo conseguirán. Jn 15, 5.7
La
oración es beber de la sábila, de la Vida y el Amor de Dios, permanecer en El
para amar como El ama, para tener una vida abundante que confía en sí mismo,
que te da seguridad que nunca estas solo que te pase lo que pase siempre vas a
salir ganador…
Cuando
el Señor dice sin Mí no pueden hacer nada no lo dice con arrogancia o autosuficiencia
mirándonos como menos, al contrario, yo
encuentro un infinito amor en su Palabra
una necesidad grande de ayudarnos, porque El tampoco puede vivir sin nosotros,
no puede vivir mirando que nos perdemos, que nos secamos… que nos confundimos
de camino, que no sabemos cómo regresar a Él, como vivir nuestra identidad
verdadera… su alegría es vernos felices por eso nos llama a vivir en amistad
con El, unidos como la vid y sarmientos. Solo unidos a El podemos ser
sarmientos que den fruto de unión, de fraternidad, de armonía, en nuestras
familias, vivir entre todos amándonos como hermanos, como el nos ama. Ser
vínculos de amor entre entre nuestros hermanos.
En
nuestra espiritualidad Verbum Dei la
oración está centrada en la palabra, porque
es Dios mismo expresándose revelándose. El mismo me habla…. la clave para orar
es creer que es El es alguien vivo que me está hablando de él y de su voluntad,
la oración es para la vida, la palabra
entonces no solo está en el centro de la oración, sino en el centro de nuestra
vida. ¿qué significa que la palabra sea el centro de nuestra vida? Que la palabra es nuestra norma de vida, que
según lo que me dice oriento mi vida, constituye la fuente, el punto de
referencia, de contraste y de orientación de toda nuestra vida, y de cada una
de nuestras jornadas, nuestro encuentro es con las personas divinas, padre,
hijo y espíritu santo y maría.
Si tú te ejercitas en la oración a diario te puede
pasar lo peor pero como El es el centro de tu vida no te derrumbas, “la oración comporta un ejercicio de oración
y una vida orante. el combate de la oración es
inseparable del progreso en la vida espiritual: “se ora como se vive, porque se
vive como se ora” catecismo 2725
Cuando no nos
ejercitamos en la oración le dedicamos
largas horas, escuchando…asimilando la palabra, no hay fuerza suficiente para
vivirla… nuestra vida se vuelve un cumplimiento agotador, todo se nos queda a nivel mental en “tengo que perdonar”, “si no fuera porque tengo que vivir la Palabra”
vivimos en un compromiso, en una obligación
que nos cansa y decimos no puedo con estas cosas de Dios, y las vamos dejando, pero es que si no hemos tenido la experiencia
vivencial de encuentro con la Palabra con Dios, no nos sale el Cristo que por dentro quiere vivir,
salir a través de nuestra vida, gestos, palabras, de manera natural…. porque no le dejamos entrar a
nuestro corazón, está afuera, porque oramos poniéndonos un paraguas para que la
lluvia de la Palabra no nos empape. (Is 55,10) no le dejamos que nos fecunde
para dar frutos.
El Señor nos invita a entrenarnos en este
ejercicio vital para nuestra salud espiritual y física, el Mismo se pone de
entrenador “Mira que estoy a la puerta y llamo: si
uno escucha mi voz y me abre, entraré en su casa y comeré con él y él conmigo.”, Ap 3,20
a
lo mejor le miramos por la ventanita o el ojito mágico, a ver…como está…con una
leída veloz a la Palabra, para tranquilizar la conciencia, o porque estamos
cansados, porque nos quedamos viendo televisión hasta tarde, o en la internet o
el Facebook, y cuando nos suceden
situaciones fuertes no tenemos la
fe ni la fuerza para vivirlas porque no
es de la noche a la mañana, el ejercicio,
el fuerte trato con dios nos da
la seguridad de que todo lo puedo con el que me fortalece, me rescata y me
salva donde parece que no hay salvación me
hace ir seguro por la vida. Vemos cosas y lecturas espirituales que te dan un tipo de formación pero no te
inyectan la vida como sucede en la oración.
Orar es muy
sencillo, es el Encuentro de dos deseos.
Jn 4,6 Es un encuentro como el de la
samaritana que se encontró con Jesús al borde del pozo, Él la busca, toma la iniciativa, empieza la conversación…dame de beber.., Jesús tenia sed de que ella le conozca, de amarla, ella se hace un poquito la difícil…pero
si yo soy de otro pueblo…no podemos ser amigos…Jesús rompe esas diferencias…no
importa de dónde seas o como estés, yo
tengo sed de que tú me des de beber, te necesito junto a mí.. …beber de tu
tiempo, de estar contigo…de que me conozcas…. "si
tu conocieras quien soy yo… si tu conocieras quien es el que te pide de beber,
tú misma le pedirías agua viva y el te la daría”... Ella le pide….”Señor dame de esa agua y así ya no sufriré
la sed ni tendré que volver aquí a sacar agua.” la oración empieza por el
deseo de conocer a Dios…tener confianza, pedirle: Señor que te conozca…dame
deseo de desearte, de saborear tus
palabras, que me deleite orando, como decía Jeremías
“Cuando me llegaban tus palabras, yo las devoraba
tus palabras eran para mí gozo y alegría, porque entonces hacías descansar tu
nombre sobre mí, oh! Señor Sabaot!”
Jer 15,16
Yo veo que así como una
persona cuando esta con gripe o enferma no le siente sabor a la comida, lo rechaza, pero cuando le gusta una comida
se la devora hasta lamer el plato, de tan sabroso.
creo que cuando nuestra
alma muchas veces está enferma, de
pecado, llena de otros sabores del mundo, no le encuentra gusto a las cosas de Dios
ni a su Palabra, a los retiros, a la
escuela, a nada de la vida espiritual por eso no ponemos más empeño en orar
…..Si reconocemos que nuestra felicidad, unión, paz, en la familia en donde
viva no solo mía sino también de los que trato a diario a los que amo depende de mí encuentro con Dios en la
oración, ….entonces necesito esta medicina de la Palabra que Dios me regala en
la oración…..lo que quiere es que seas feliz tu y los tuyos..Que no te
desesperes por las situación económica,
no te estreses por el trabajo, en lo que pases problemas con los hijos,
los nietos, enfermedades, lo que sea, recuperes
la confianza en El que solo quiere curarte, bendecirte, por eso necesitamos ir
al manantial de la Vida, ir al encuentro de quien se ofrece sin reservas sin
condiciones, no me pide métodos para orar…simplemente estar nada más que estar para ser..Reconstruir
su imagen y semejanza en mi…una vez más…. el se encarga de todo lo demás…
Porque no podemos nada sin el tenemos que
pedirle: señor dame gusto por tu palabra, que la saboree que la devore…no
podemos vivir sin El “pidan y se les dará busquen y hallaran llamen y se les
abrirá la puerta porque el que busca
encuentra y se abrirá la puerta al que llama.” Mateo 7, 7-8.
Orar es una historia de
amistad.
Orar
es hablar con Dios como lo hacía moisés, “Yavé hablaba con moisés, cara a cara, como
habla un hombre con su prójimo”, ex 33,11 con confianza, compartiendo sus
proyectos, ellos se tratan como
amigos, Moisés tiene la confianza de mostrarle sus dificultades, sus
debilidades, “no me van creer se van a burlar de mi….no tengo facilidad para
hablar, porque no mandas a otro?” Ex 4, 1.10.14 el Señor tiene paciencia con su
amigo Moisés….
Oración es una historia
de amor….yo
recuerdo que cada vez que venía a la escuela siempre nos decían que dios nos
ama, y mucho y quiere hacernos felices….como yo quería ser feliz, conocer a
quien me amaba desde hacía mucho tiempo
empecé a buscarlo como esa mujer de los cantares…quería aprender a conocerlo,
amarlo también…. “sobre mi lecho por las noches yo buscaba al amado de mi
alma”.
…cada
noche esperaba que amaneciera rápido, para ver que iba a tocar, que me iba a decir…”cuando encontré al amado de mi alma, lo abracé y ya no lo solté” mas hasta ahora, mi oración no la dejo, porque para mí es el
oxigeno de mi vida.
No se puede dejar de orar. “se nota pronto cuando una
persona ora o no ora. Cuando habla, cuando obra, porque al escucharle se
experimenta frío, o calor de alto voltaje”.
Para que orar
No
oramos por orar, no es por cumplir con una obligación ni siquiera por cubrir
necesidades emocionales. Si oramos es porque la oración es el medio más eficaz
para el encuentro y la relación personal con Dios, interpersonal, íntima, amorosa, comprometida
para hacer su voluntad. La oración es algo vital no puedo hacer nada sin Jesús.
No oramos porque somos santos, sino porque queremos serlo. Para amar, y vivir
en humildad como Jesús
Oramos para cuidar
nuestra vida eterna,
y para desarrollarla, “a gran precio han sido comprados”… mi vida
vale precio de sangre, es valiosa es importante para dios, tiene un sentido
esta vida es nueva y no me pertenece….el la ha rescatado para vivirla y permanecer con el eternamente…solo por la
oración unido a El esa vida se puede mantener, cuidar alimentar,
enriquecer guardarla para la vida eterna hay que cuidarla más que la
vida física que dura pocos años…¿de qué serviría ganar el mundo entero si
perdiéramos la vida eterna?.
Oramos para que Dios nos transforme (Jer 18,1) la oración es bajar
al taller del alfarero donde la palabra nos va configurando como otros cristos,
es la fragua en la que nuestra vida, pensamientos, voluntad sentimientos, van
transformándose en los mismos pensamientos, sentimientos y forma de amar de
Jesús, la oración es la alfarería en la que dios amasa nuestra vida y le da la
forma que a El más le agrada. la oración te cambia la mente el corazón, la
mirada hacia los hermanos, en la oración
Dios nos hace participes de su mismo amor para amar con su mismo amor, se ama a
los hermanos creando con ellos una intima y perseverante comunión de amor, te da un amor que no discrimina a nadie , que
no hace acepción de personas.
Oramos para hacer
la voluntad de Dios.
(Jn 6, 37-38). Es que al ir orando ya no somos nosotros es Cristo quien viene a
vivir en nosotros entonces todo nos lleva
a hacer su voluntad…dice Jesús: “yo he bajado del cielo no para hacer mi
voluntad sino la voluntad del que me ha enviado. Y la voluntad del que me ha
enviado es que yo no pierda nada de lo que El me ha dado…sí, esta es la decisión de mi padre”, a nuestro lado tenemos hijos, esposo, esposa ,familia, amigos, una
viña que tenemos que cuidar de que no se pierdan, ¿de qué otra manera los
podemos cuidar su vida espiritual si no es orando?, no puedo dejar que ninguno
se pierda..Porque esa es la voluntad de mi padre.
Oramos para
anunciar el Reino.
(Hechos 4,20) Cuando oras realmente, le das tiempo a Dios, le escuchas,
asimilas su voluntad, la vives entonces el anuncio sale solo. “no podemos dejar de hablar de lo que hemos
visto ni oído” los apóstoles habían sido testigo de la vida de Jesús, de sus
milagros, habían oído sus palabras su manera de vivir, de amar como había
muerto en la cruz perdonando y como había resucitado y seguía perdonando…amando
como si no hubiera pasado nada este amor ellos lo anuncian “no podemos dejar de
hablar del amor que hemos visto y oído…”
lo que escuchamos y vemos en la oración no podemos dejar de compartirlo
con nuestros hermanos, nosotros hacemos una oración misionera que nos hace
salir a anunciar la Vida y el Amor de
Dios.
Dios
nos bendiga.
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