“Mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican”.
Estamos en la Escuela de la Palabra, en el contexto de la Eucaristía. Y seguimos profundizando en el Ciclo de Comunión en el Verbum Dei: Llamados por Jesús a ser Uno para que el mundo Crea.
Dios ha ido haciendo de nosotros una familia por lazos que no son sanguíneos, Dios nos ha ido uniendo a través de la Palabra que es Amor en una familia donde cada uno es diferente; los hijos son distintos, pero son familia, Nosotros somos familia porque alguien nos hizo descubrir que la fe se puede vivir; algo que nos llamó la atención es oír que a Dios se le puede hablar, y no solo eso sino también escuchar, que es un Dios cercano, familiar y al que queremos obedecer, hacer su voluntad, eso hace que seamos familia en cualquier lugar que estemos, Taiwan, Chile, EE. UU, Perú, Australia, España, donde estemos, a nosotros nos unen lazos más fuertes que la sangre, nos une la fe en Dios, el Proyecto de Dios de estar en comunión unos con otros, de ser UNO para que el mundo crea.
Dice la palabra:
Te compadeces de todos porque todo lo puedes y pasas por alto los pecados de los hombres para que se arrepientan. Amas a todos los hombres y no aborreces nada de lo que has hecho.
¿Cómo subsistiría algo si tú no lo quisieras? ¿Cómo se conservaría si tú no lo hubieras llamado? Tú eres indulgente con todas las cosas porque son tuyas, Señor, amigo de la vida.Sabiduría 11, 23-26.
Dios no habría creado nada si no lo amase, no lo habría llevado a donde está si El no lo sostuviera. Tú te compadeces porque eres un amigo de la vida, en la historia de Vd , en nuestra propia historia, en nuestras crisis, podemos hacer frente a todo porque Dios es más fuerte que nuestro pecado.
En toda historia hay pecado, dentro de las faltas de amor de nuestra historia, de la historia del VD, tan humana como toda la humanidad…si hemos llegado hasta aquí, es por Dios, por su amor que es más fuerte que el “no quiero” nuestro, que nuestro pecado.
Dios se hace nuestra fuerza porque es un Dios Amigo de la vida y nos hace capaces de amar.
Dice Pedro:
Han purificado sus corazones obedeciendo a la verdad, para amarse unos a otros sinceramente como hermanos. Ámense intensamente unos a otros con corazón puro, pues han sido reengendrados de un germen incorruptible, por medio de la palabra de Dios vivo y permanente. 1Pedro 1,22-23.
Cuando mi vida de fe es más honesta, más sincera, voy viviendo de una manera distinta, en la familia vivimos día a día luchando por amarnos, vamos purificando nuestros corazones. Es un trabajo que hay que hacer todos los días, cada día.
“Ámense unos a otros intensamente con corazón puro”, el Señor nos invita a amarnos en comunidad, a saber unos de otros, relacionarnos unos con otros, eso nos hace hermanos, como dice el Evangelio, “mis hermanos son los escuchan la Palabra De Dios y la practican”.
¿Cómo ser comunión? No es porque nunca discutamos, la clave de nuestra comunión esta en aceptar nuestras diferencias, tanto vale la que cocina, como la que predica o el que limpia, todos somos iguales e importantes, cada uno ofrece lo que sabe, lo que entiende, no basta tener lazos de amistad.
Permanezcan en mí como yo en ustedes. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, tampoco ustedes si no permanecen en mi. Yo soy la vid verdadera, el que permanece en mí y yo en el ese da mucho fruto, porque separados de mi no pueden hacer nada. Juan 15, 4-5
Amor de comunión es permanecer unidos a la cabeza, permanezcan escuchando, Dios habla en la Palabra pero también habla en los hermanos, por el que me pide ayuda Dios habla, lo que no está escrito en la Biblia, lo habla en nuestros corazones, ahí nos da la fuerza que necesitamos para vivir la comunión entre nosotros.
La dinámica es salir de sí mismo…
Yavé dijo a Abrán, Sal de tu tierra…a la tierra que yo te mostraré. De ti haré una nación grande y te bendeciré. Génesis 12,1.
¿Cuál es tu tierra, tu casa, tus enrollos?, Dios llega y te dice “Sal”,porque yo voy a hacer de ti una nación grande, cuando te abres a un lugar diferente.
Dios nos ha dado dos oídos para oír y una boca para hablar menos, si tienes dudas las resuelves cuando escuchas más, entonces ves por dónde ir, Dios te da siempre luz, tenemos que hacer el ejercicio de hacer silencio para escuchar.
Dios también quiere que nos escuchemos entre nosotros, en comunidad, lo primero es escucharnos, a cada uno nos ha llamado de una manera diferente, ese llamado se concreta viviendo así: orar y vivir, el carisma se define en una cosa sencilla: Pon a la gente en contacto con Dios, la idea es que las personas se encuentren con Jesús para eso necesitamos ser una Familia.
Hace un mes le pidieron a Jaime que diera un mensaje a la Familia, y su mensaje fue muy breve pero muy concreto:
-La Madre quiere unir a todos los hijos…estén unidos.
-Hay que andar con los compañeros de camino…(la Trinidad y María).
-Ustedes tienen en común la Palabra de Dios.
Este mensaje s nos dice la manera concreta de vivir en comunión, por eso no te diluyas, porque yo permanezco en ti…La respuesta a esa permanencia de Jesús en nosotros es ofreciendo lo que somos, lo que tenemos, lo que sabemos…
Hay diversidad de carismas pero un mismo Espíritu, diversidad de ministerios pero un solo Señor, diversidad de actuaciones pero un mismo Dios que obra todo en todos. A cada uno se le otorga la manifestación del Espíritu para el provecho común. 1 Cor 12, 4-7
Hay diferentes formas de actuar, pero Dios obra en todos, por eso hay que estar atentos, nadie es más que otro, ni sabe más, cada uno sabe el talento que tiene, esto supone humildad, tienes el don, ofrécelo, porque según eso se edificará la comunidad y la Iglesia.
En el contexto de la Eucaristía que estamos ofreciendo hoy, Jesús que es el fundamento de todos los cristianos, viene para que todos seamos Uno.
Danos tu Gracia hoy, que la podamos recibir, quiero la vocación, pero no se qué puede pasar mañana, no tenemos seguridades más que la Gracia de Dios que se muestra en nuestra debilidad.
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