RESUMEN DE LA ESCUELA DE LA PALABRA

Doy gracias a ustedes por venir y a Dios porque es un privilegio estar aquí porque Dios cumple su promesa, porque yo le decía a Dios: Tú utilízame, quiero ser tu voz y Él lo hace posible, es diferente porque predicar con Amor, me hace feliz y tu sabes bien quien lo necesita.
Esta Escuela de la Palabra es donde recibimos la vida y doy gracias a Dios porque desde ese tiempo en que persevero, veo que venir a la Escuela me hace bien, salgo de ella más fortalecido.
Veo a veces que las prisas, el trabajo, no nos deja venir a la Escuela, pero siento que venir a la Escuela nos recarga la vida y por eso le daba gracias a Dios que me hace fiel a la Escuela y a la predicación de su Palabra.
La escuela es para enseñarnos a orar, a predicar y que nuestra vida tiene valor de vida eterna. El mundo nos habla de otra cosa: del poder del dinero, trabajo, una profesión que sí es válido, pero que no nos hace completamente felices como lo hace tener una vida de Dios.
¡Qué bonito que en esta escuela nos enseñen que lo primero es Dios!. Esta semana empezamos un nuevo ciclo: es aprender a ser discípulos, Jesús en medio de todo sigue llamando y por eso le daba gracias a Dios.
Como Juan Bautista es un hombre de fe y con su vida enseñaba que Jesús era el Mesías, el profeta, cosa que ni los estudiosos, ni los fariseos, caían en la cuenta. Era la voz que grita en el desierto preparando los caminos del Señor, nuestra vida también es un preparar el camino para otros. Hace 15 días en mi familia hemos pasado por mucho dolor, mi sobrino sufrió un accidente y se debatía entre la vida y la muerte y a nosotros se nos movió el piso, nuestras vidas era hospital, farmacias, la casa y nuestra humanidad entra en crisis y en la duda ¿Por qué permitiste esto Señor? ¿Por qué nos pasó? pero qué bonito es que en la serenidad de la oración, podamos decir ¡Tú Dios eres más grande que todo, y los reclamos se hacen con amor, con la confianza en un Padre.
Y Dios nos acoge en su gracia y siento que me decía: Marco, prepara el camino para tu familia, tu sobrino también es camino y así como tu hijo murió y te hizo más fuerte, cada uno cumple un objetivo, cada uno tiene una misión.
Mi sobrino con su muerte nos ha unido, nos movimos para hacer lo que estaba a nuestro alcance para salvarle la vida, y Dios tiene la última palabra, aunque nos duela, y su vida ha sido camino para la paz.
Cuando Juan estaba con los discípulos, y pidió a Jesús que lo bautizara, el dijo de Jesús:¡He ahí el cordero de Dios! Y Juan hablaba de Jesús… Yo cuando hablo quiero tener tu rostro, ser como tú, hablar como tú. Y dos discípulos de Juan se acercaron a Jesús y Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les preguntó: «¿Qué buscan?» Le contestaron: «Rabbí (que significa Maestro), ¿dónde te quedas?» Jesús les dijo: «Vengan y lo verán.»
A veces en nuestra vida nos pasa esto, que Jesús pasa cerca a nosotros y no le vemos por nuestras angustias, preocupaciones, pero Jesús nos espera con su mirada y quiere que le acojamos con el corazón
¿Qué buscan? En la oración cómo voy, lo busco me doy cuenta que cuando tengo problemas, angustias, busco a Jesús, y Jesús me pregunta ¿Qué buscas? Y siento que su Palabra me devuelve la vida, su corazón roza con el mío ¿Qué haces? ¿Dónde vives? A Jesús le gusta estar con nosotros y nos invita continuamente al diálogo, sabemos que Él está en nosotros y nos olvidamos.
Yo le decía esto porque por la fe, sé que mi sobrino está en el cielo, y desde ese día yo quiero vivir diferente, esta vida es tan frágil, como para afanarnos en cosas del mundo, que sólo una cosa es duradera: llegar a Dios y eso si que es una bendición, pasar la vida amando, vale la pena vivir una vida dando vida, porque si no amé ya fui.
Jesús me decía ¡Ven y verás! Vive conmigo y en la oración vas a aprender a vivir diferente y viéndome, me conocerás y aprenderás de mí. Y uno se mete en la oración y se queda con Jesús y así nos vamos al trabajo. El diálogo con Dios es vital de ahí nos viene la VIDA.
Andrés tenía la experiencia de la gracia de haber convivido con Jesús y por ello buscó a su hermano Simón para presentarlo a Jesús, cuando uno tiene experiencia del Amor de Dios, vive jubiloso, y quiere que todos los hermanos lo conozcan y le decimos ¡Maestro, que felicidad es estar contigo!
Martha y María, buscaban a Jesús, porque querían que sanara a su hermano pero Jesús demoró ¿Por qué? Martha apenas vio a Jesús se quejó ¡Si hubieras estado aquí! A veces nosotros somos así, si hubieras estado aquí mi sobrino… y si creemos eso tendremos vida eterna y ahora sabemos con certeza que hay que vivir la vida amando.
Martha busca a María y le dice el maestro está aquí y te llama, si él está ya no sigas llorando, porque yo soy la resurrección y la Vida.
Luego al día siguiente Jesús resolvió partir hacia Galilea. Se encontró con Felipe y le dijo: «Sígueme.» Felipe era de Betsaida, el pueblo de Andrés y de Pedro. Felipe se encontró con Natanael y le dijo: «Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la Ley y también los profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret.»
Natanael era fariseo, y predicaba, ve a Jesús y lo juzga por el lugar donde ha nacido, nosotros a veces nos dejamos llevar por las apariencias.
En mi trabajo hay mucha gente que trabaja y pasan, algunos hombres, están sólo por campañas que se hace, y los jefes dicen, sólo se quedan los mejores, algunos son unos salvajes, y yo le decía todos servimos para algo y me dolía que se expresaran así, porque todos tenemos virtudes y aptitudes para algo y yo les enseñaba; pero a veces a mí también me faltaba la paciencia y le decía: ¡No sabes hacer nada! Y Jesús me decía ¡Algo bueno puede salir de este!
Fácil es hablar cuando todo va bien, pero cuando las cosas se vienen abajo, y te quedas sin piso, ahí se le conoce al verdadero discípulo, su perseverancia en medio de todo.
Jesús vio en Natanael lo que otros no vieron. Jesús me decía a veces te veo animoso, otras veces maltratado, sin fe y aún así Jesús, se fija en mí y me llama a dar su Palabra. Jesús no ve lo externo, ve el potencial del corazón del hombre y cree en ti y te vuelve a llamar para que seas camino para que otros lo conozcan y sean felices.
¡Quiero que seas mi discípulo! Cree y confía en mí, en mi Palabra, y puedo ver que su promesa se cumple, lo veo en mi familia, en mi esposa, en mi trabajo, los miro de otra forma, como los mira Jesús, y los veo más felices creando reino.
En la calle vi a dos ciegos, que se guiaban con su bastón, y el oído y yo preocupado que iban a pasar una avenida les ayudé, y luego me quedé detrás por si necesitaban ayuda y veía que veían mejor que yo, porque por mirarlos me tropezaba y ellos nada y Jesús, me decía que así somos de ciegos si no nos dejamos guiar por Cristo, él quiere que aprendamos a caminar, junto a él para guiar a los ciegos, dar luz con la Palabra y amar como Él.
Maestro ¡Qué felicidad es seguirte! Dialogando contigo y Jesús siempre nos seguirá llamando para salvar a la gente, porque lo primero es lo primero, es buscar al hermano, y lo demás vendrá….
Yo le pedía en oración: quisiera tener tu corazón, tu fidelidad al Padre, y eso no va a ser de la noche a la mañana, la cosa es avanzar cada día más, porque la vida es corta. Nos llama a estar con él. Dios en el seguimiento me ha bendecido, me hace ver todo de otra manera, por eso no quisiera alejarme jamás de ti, le digo, y que mi vida te agrade.

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