¡Ustedes serán mis testigos!



¡Buenas noches! Bienvenidos a todos a la Escuela de la Palabra. Cada escuela nos abre las puertas para la siguiente, para poder adentrarnos más y más al deseo de Dios, a la intimidad con Dios.

 Este domingo celebramos la fiesta de la ascensión, una fiesta muy importante para los cristianos y no podemos pasarla de largo, porque tiene mucho que aportarnos. Más que una fiesta, es una llamada a entrar en la experiencia de la ascensión, a no quedarnos fuera.

Por eso, cada uno de los que participamos en la Escuela somos llamados, elegidos por Jesús. En adelante no les llamo siervos, porque un siervo no sabe lo que hace su Señor, les llamo amigos porque les doy a conocer todo.

 No me eligieron ustedes a mí, fui yo quien les eligió a ustedes (Jn 15,15-16). Esta elección es fundamental, es la puerta siempre abierta. Dice la Palabra de Dios: He abierto una puerta delante de ti y aunque eres débil, nadie la podrá cerrar, pues has perseverado en mi Palabra” (Ap,). 

Por eso, la ascensión del Señor, es el Resumen de todo el dinamismo de la Palabra que hemos estado viendo en este tiempo de resurrección. Nos sintetiza todo: la escucha de la palabra, que al vivirse y asimilarse no puede no ser anunciada, pero todavía más, Jesús nos ha elegido para ser sus testigos, continuadores de su misión.

Yo siempre pensaba que la ascensión del Señor, era para levantarnos del pecado,  pero es mucho más… Dice el Salmo 113,7-9: Al pobre lo recoge desde el polvo, de la mugre retira al desvalido, para darle un asiento entre los nobles, con los grandes de su pueblo. Da un hogar a la mujer estéril, ahora feliz madre de sus hijos.

Es la experiencia de sentirnos levantados, situados en su mismo trono de gloria y de dignidad: es el de ya no ser siervos sino “amigos que nos da a conocer todo”. Es la experiencia de mayor confianza. Todos estamos necesitados de CONFIANZA, la confianza nos hace bien, mucho bien. Cuando alguien confía en ti despliega todos los talentos y capacidades que no habías sacado, saca lo mejor de ti. 

En mi experiencia misionera lo que más me ha ayudado es la CONFIANZA tanto de Dios como de personas y es que la confianza despliega lo que pueda estar replegado, oculto, escondido. 
Por eso, es tan fundamental la Ascensión del Señor. Dice Jesús: “Les conviene que yo me vaya”, porque tanto es su Amor para con los discípulos que lo concreta confiándoles su MISIÒN, Haciendo el traspaso de poderes, esto que siempre nos predicaba nuestro fundador Jaime Bonet.

“Te doy mi mismo poder” (Mt 28,18-20): «Me ha sido dada toda autoridad en el Cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia.»

¿En qué contexto nos dice estas Palabras? ¿Qué realidad está tocando en nuestras vidas con su Palabra? Él nos da su mismo poder, su misma autoridad que le ha sido dada, pero se trata de que le creamos para que acojamos y vivamos el encargo que nos hace, la autoridad que nos participa, si no, no nos dirá nada su ascensión, será la de Jesús pero no la nuestra.

Nos vamos a detener a profundizar esta cita bíblica de Mt 28,18-20: Por su parte, los Once discípulos partieron para Galilea, al monte que Jesús les había indicado. 

Cuando vieron a Jesús, ¿A qué Jesús vieron? Al Buen Pastor, al que había dado la vida por las ovejas, al que había pastoreado su rebaño, y a cada uno de ellos. Ez 34,11-16: “Yo mismo buscaré a mis ovejas y las apacentaré como un Pastor cuida de sus ovejas cuando están dispersas, así cuidaré yo de mis ovejas y las reuniré de todos los lugares por donde se han dispersado en días de oscuros nubarrones”

Nosotros somos esas ovejas a las que Jesús les ha invertido tiempo, se ha comprometido: “Yo mismo la reuniré de todos los lugares donde se han dispersado”, entrar en la experiencia de la ascensión del Señor:  Es ver a Jesús y postrarnos ante él como los discípulos.

se postraron ante él, reconocer que en nuestros oscuros nubarrones no hemos estado solos, quien nos comprendía en esos momentos era él. Quien nos esperó es él. Todo esto para que comprendiéramos en qué consiste el Amor. No en que nosotros le hayamos amado, sino que él nos amó primero. Para poder comprender en qué consiste el Amor, tuvimos que pasar por la experiencia de que él nos amó primero.

Hoy podemos postrarnos ante él, tener el corazón doblegado, postrado, rendido, inclinado a Jesús aunque dudemos. Los discípulos también dudaban. ¿Por qué todavía dudaban? ¿Por qué dudamos? En el amor no hay temor. Pero , para que no vivamos en el temor, necesitamos estar en la experiencia fresca, actual, presente del Amor, si no, el temor se apodera de nosotros y nos paraliza.

La Ascensión es una llamada a dejar el temor, pasar del temor al Amor que es riesgo y valentía. Ver a Jesús levantado en lo alto es vital para nuestras vidas, porque nos afianza en él, Jesús levantado en lo alto, tiene tanta fuerza que nos atrae hacia él. Nos llama a enfrentar los retos y desafíos que cada uno tenemos para responderle con libertad interior, libertad de espíritu, sin ataduras, ni temores.

Cantar de los cantares 2,10-14: Mi amado empieza a hablar y me dice: Levántate, compañera mía, hermosa mía, y ven por acá, paloma mía. Acaba de pasar el invierno, y las lluvias ya han cesado y se han ido. Han aparecido las flores en la tierra, ha llegado el tiempo de las canciones, se oye el arrullo de la tórtola en nuestra tierra. Las higueras echan sus brotes y las viñas nuevas exhalan su olor. Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven. Paloma mía, que te escondes en las grietas de las rocas, en apartados riscos, muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz, porque tu voz es dulce y amoroso tu semblante.

Solo la voz de Jesús, del amado nos levanta de donde nos instalamos, de los temores, de los miedos a empezar a vivir algo nuevo, a lo desconocido, porque pensamos que igual nos volvemos a equivocar, a tropezar, y si…. Fallamos… y si no resulta, y si se empeora la situación…
Jesús con su ascensión nos dice ven por acá, ya no estás en el tiempo del invierno, de las lluvias o tormentas, mira que han pasado… es el tiempo de las canciones, de la fecundidad, de que tú seas mi continuador de mi misión. No quedarás defraudada.
Ante nuestros temores nos dice: que no se alejen de Jerusalén y que esperaran lo que el Padre había prometido. 

Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los extremos de la tierra.» Hechos 1,4-11:

«Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el Reino de Israel?» Les respondió: «No les corresponde a ustedes conocer los tiempos y las etapas que solamente el Padre tenía autoridad para decidir. Pero recibirán la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los extremos de la tierra.» 

Dicho esto, Jesús fue arrebatado ante sus ojos y una nube lo ocultó de su vista. Ellos seguían mirando fijamente al cielo mientras se alejaba. Pero de repente vieron a su lado a dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Amigos galileos, ¿qué hacen ahí mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado volverá de la misma manera que ustedes lo han visto ir al cielo.»

Himno del Diurnal: Pág. 856-857Nos señalaste un trozo de la viña y nos dijiste:  Vengan a trabajar . Nos mostraste una mesa vacía y nos dijiste: Llénenla de pan. Nos presentaste un campo de batalla y nos dijiste:  Construyan la paz . Nos sacaste al desierto con el alba y nos dijiste: Levanten la ciudad . Pusiste una herramienta en nuestras manos y nos dijiste:  Es tiempo de  de crear .


Hna. Patty.


  Lecturas para la semana
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TIEMPO: PASCUAL                              TEMA: ASCENSIÓN
Miércoles: Ez 34.11-16: La ascensión es el reconocimiento de que Él nos amó primero.
Jueves: Sal 113, 7-9; Jn 15,15-16: La Ascensión nos sitúa en nuestra dignidad de amigos.
Viernes: Mt 28,18-20, Cantares 2,10-14: Nos hace el traspaso de poderes.
Sábado: Hch 1,1-11: Nos hace testigos.
Domingo: Hch 2,1-11; Jn 20,19-23: Como el Padre me envió así los envío yo.
Lunes:  2Corintios 6,1-10: No hagan inútil la gracia recibida.
Martes:  2Corintios 8,1-9. Nos hace ser generosos.


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