Escuela de la Palabra 03-08-10

RESUMEN DE ESCUELA DE LA PALABRA DE DIOS

03-08-2010

Le daba gracias a Dios, hoy, porque me invitaba a vivir una vida feliz guiada por la Palabra, que no es fácil, porque supone esfuerzo, pero siento que me levanta, me promociona para crecer y madurar; eso implica poder vivirla en libertad y poner toda mi voluntad y como discípulos les hace gente responsable.

Y le daba las gracias porque la paga a nuestros esfuerzos es segura porque Él pone el 99% y nosotros el uno, porque si su Palabra cae en tierra buena da buenos frutos centuplicados. Trabajar la tierra, tus talentos, el fruto se ve y nos hace vivir el gozo del Señor, que es su convivencia con Él, compartiendo su Vida: en los sacramentos, y específicamente en su Palabra por ser lo que añoramos, ser perfectos en el Amor.

En la misa del domingo entendía que Dios ha puesto en nuestra manos el Carisma y el Evangelio hablaba de las riquezas materiales, y a veces también tenemos riquezas espirituales, somos pobres materialmente pero acumulamos Palabra de Dios y no la compartimos con las personas que lo necesitan, y le pedía al Señor ¡Haznos cauce de tu Palabra! para llevarla al otro.

Nos hace bien venir a la Escuela de la Palabra, porque es el día donde comemos abundante Palabra de Dios, y poder encauzarla hacia otros como ríos. ¡Qué bien nos hace escuchar la Palabra de Dios, porque somos Verbum Dei, Palabra de Dios, hemos nacido por la Palabra I Pedro 1,23 ya que han nacido esta vez, no de semilla corruptible, sino de la palabra incorruptible del Dios que vive y permanece, pidamos sacar de la Palabra fuerza para no odiar, ser incomprensivos, intolerantes, malgeniados etc.

En el testimonio de un joven, decía: A mí me sacó de mi inmadurez, la confianza de mi madre y la Comunidad. Mi madre apostó por mí, cuando por esas causas de rebeldía juvenil, no quería seguir una carrera, pero mi madre logró que me matriculara e ingresé y en el estudio los primeros ciclos no daba con un solo curso y sin embargo mi madre haciendo préstamos, endeudándose para que yo estudie y tenga profesión, llegó un momento en que vi los apremios económicos que pasaba mi madre y eso me llamó a reflexión, mientras yo pasaba la buena vida, mi madre sufriendo con deudas, y decidí con la ayuda de Dios, tomar las cosas en serio y ahora soy profesional por alguien que apostó por mí.

Y lo mismo sucedió en la Comunidad, llegué porque mi madre era ya discípula, y al comienzo no quería hablar, pero la Comunidad apostó por mí a través de su confianza que me daban para predicar. Así es la Palabra saca miel de la flor y sin embargo la víbora saca veneno, de las dificultades cada uno saca lo que se propone y permite la ayuda de Dios.

Como San Francisco nos dice:

Señor, hazme un instrumento de tu paz.

Donde haya odio, siembre yo amor;

donde haya injuria, perdón;

donde haya duda, fe;

donde haya tristeza, alegría;

donde haya desaliento, esperanza;

donde haya sombras, luz.

¡Oh, Divino Maestro!

Que no busque ser consolado sino consolar;

que no busque ser amado sino amar;

que no busque ser comprendido sino comprender;

porque dando es como recibimos;

perdonando es como Tú nos perdonas;

y muriendo en Ti, es como nacemos a la vida eterna

Que los que nos acercamos a la Palabra saquemos Vida de Ella, al orar con la Palabra nacemos no a una vida cualquiera, sino a vivir una vida diferente: Vida-Amor. Como lo dice Pedro.

La Comunidad es el seno donde se gesta la Palabra, enraizada en nosotros a través de la oración. Jaime, nuestro fundador, dice: la oración es el cordón umbilical por el que recibimos la vida de Dios y nos llega el alimento y la salvación.

Isaías 12, 3-4 Y ustedes sacarán agua con alegría de las vertientes de la salvación. Ustedes dirán ese día: ¡Denle las gracias a Dios, vitoreen su Nombre!

Y yo le decía ¡Cómo me alegraré! porque esa Agua es la Palabra que nos devuelve nuestra identidad, nos da un Padre, una Madre. Un Padre que nos ama, que nos da seguridad en sus manos. La Palabra pone su morada en el Verbum Dei, de un pueblo pequeño, que va entre avances y retrocesos, que a veces salen algunas cosas y otras no y volvemos a la lucha y caminamos hacia la meta. La comunidad nos alimenta con la Palabra de Dios, aunque a veces las personas fallan, por encima de los fallos está Dios que sigue apostando y confiando en esas personas.

La Palabra creída, escuchada, asimilada, vivida no se puede callar, ¿Cómo sacar agua, Vida, salud, amor de la Palabra? Eso nos responde la misma Palabra en Efesios 3, 17-18 

"Que Cristo habite en sus corazones por la fe, que estén arraigados y edificados en el amor. Que sean capaces de comprender, con todos los creyentes, la anchura y altura y profundidad... y que conozcan este amor de Cristo que supera todo conocimiento".

Que la Palabra, se enraíce, sea el cimiento, eso es una opción desde cómo te lleva y hacia dónde te lleva la Palabra. Decir ¡SI! al Señor y no pretender tener dos señores, porque el corazón no puede vivir dividido, y no conviene estar divididos, nos hacemos daño a nosotros mismos y a los demás. Sólo optando por Dios y su Palabra podemos dar buenos frutos y ser felices.

Jeremías 17, 7-8 Bendito el que confía en Dios, y que en él pone su esperanza! Se asemeja a un árbol plantado a la orilla del agua, y que alarga sus raíces hacia la corriente: No tiene miedo de que legue el calor, su follaje se mantendrá verde; en año de sequía no se inquieta

Así es el hombre que vive la Palabra, no se intimida aún cuando llega el invierno, está siempre lozano, fresco, a sus anchas, feliz, es él que ha hecho de la Palabra su base, sus cimientos. Porque ha bebido de la fuente de la Salvación.

La Palabra tiene poder de quitar, podar la vida que no es conforme a Ella. Juan 15, 1

Toda rama que no da fruto en mí la corta. Y todo sarmiento que da fruto lo limpia para que dé más fruto.

1 Pedro 5,9 Sean sobrios y estén vigilantes, porque su enemigo, el diablo, ronda como león rugiente buscando a quién devorar. Resístanle firmes en la fe, sabiendo que nuestros hermanos en este mundo se enfrentan con sufrimientos semejantes.

La Palabra es como la espada que nos ayuda a resistir al enemigo que está atento para devorarnos y somos sus presas fáciles cuando no oramos, cuando no le doy importancia a las formaciones de las Escuelas. El Señor también nos dice, cuando la casa está limpia, tu corazón es limpio, luego vienen siete demonios y quieren ocuparla. No te confíes con estar limpio/a, ni que ha sido podado, ni de haber superado la prueba, sino que es: orar cada día con la Palabra y estar preparados para vencer los miedos y dificultades.

Efesios 6,10-11.17 Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con su energía y su fuerza. Lleven con ustedes todas las armas de Dios para que puedan resistir las maniobras del diablo. Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios.

La espada del Espíritu Santo, es la Palabra de doble filo, Jaime dice que es como un bisturí y que corta hasta el fondo, saca el tumor que nos quita la vida, el tumor del orgullo, pereza, egoísmo, vanidad, avaricia etc. La Palabra también es preventiva. Yo un tiempo tenía mucho miedo, por una corrección que me hizo una hermana, que hirió mi orgullo, cuando me dijo: que hace diez años vio en mí un defecto y hasta ahora no me lo corrijo. Eso me hizo preguntarme ¿Qué he hecho con mi vocación, con mi vida? Y me dio ganas de salir de la comunidad irme, muy lejos hasta de cambiar mi aspecto físico, para que nadie me reconozca.

Pero el Señor me salió al paso, con chorros de Palabra de Dios, y me dijo ¿A dónde podrás ir, lejos de mi? A donde quieras que vayas yo estaré contigo, cuando te sientes, o levantes, Yo no te voy a dejar, porque he puesto mi esperanza en ti, y si tú te vas ¿a quién enviaré? Yo he puesto mi confianza en ti.

"Mira las reinas son 60 y ochenta las concubinas, pero una sola es mi paloma, mi toda perfecta" Cantar 6,8-9 una sola es la preferida y esa eres tú. La Palabra curó mi orgullo herido, y me prometió curar Él mi defecto, ponte en mis manos, yo te amaré con ese defecto para siempre, tengo muchas gracias reservadas para ti y eso me sacó de mi crisis de vocación.

Hemos sacado cantidad de Vida de la Palabra, de la Palabra escuchada, creída y vivida por mí, cuando la Palabra se ha hecho Carne de mi carne y Sangre de mi sangre, Vida de mi vida, porque esa Palabra va directo a la herida y la cura.

Tenemos razones para hablar de la Palabra de Dios porque nos da fuerzas, que aunque pasemos ríos de agua turbulentas no nos ahogaremos, ni el fuego nos quemará. La Palabra ha salvado tu matrimonio para que tú salves a otros; a ti te ha hecho discípulo para dar Vida, confianza, tolerancia, ternura, desde la oración.

Pedirle a María, que nos dé fe en la Palabra, y nos enseñe a orar como Ella, escuchando la Palabra de Dios, a su maestro, para ayudar a otros.

Santa Teresa decía, que quien enseña a orar a una persona se ha salvado.

No digas de esa persona no sé qué decirle para que salga de su situación, enséñale a orar y déjala que se entienda con Dios, porque la oración tiene poder para devolverle la vida..

Ojalá seamos esas personas, en que otros nos vean y nos digan ¡enséñanos a orar! Como a Jesús se lo pedían, porque veían en él una Vida consagrada al Padre, era Amor, que sacaba fuerzas de la oración para curar, sacar demonios, limpiar, resucitar y para salir adelante como lo vemos en el huerto de Los Olivos.

Que nuestra oración sirva para salvar a muchos.

Gloria Medina

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