FRAGUA DE AMOR

RESUMEN DE LA ESCUELA DE LA PALABRA


17/08/10

Le daba gracias a Dios por esta oportunidad que me da Dios de compartir la Palabra con ustedes, porque soy apóstol por gracia de Dios, y por todo lo que me ha regalado en la oración para hacer esta Escuela.

Él nos convoca para hacernos el mayor bien, que es Dios mismo, con su Palabra, su presencia. Y esta noche agradezco a Dios por que ha venido mi cuñada después de mucho tiempo, porque es Dios quien nos atrae.

En esta noche Dios nos convoca a hacer experiencia de su Amor a través de la oración de Vida, Él nos enseña a vivir, a consumir Palabra para darnos VIDA en el diario vivir.

Me hacía ver en 1 Reyes 19,7 El ángel de Yavé se le acercó, lo tocó y le dijo: "Levántate y come, si no el camino será demasiado largo para ti”

No es la primera vez que venimos a comer la Palabra y le preguntaba a Dios ¿Qué es el camino? Es el camino personal que vas haciendo conmigo y comer desde ahí donde estamos, el profeta en esos momentos se encuentra en una situación angustiante, porque es perseguido y lo quieren matar, a veces nos encontramos así en situaciones angustiantes por la situación económica, otros están angustiados porque les cuesta encontrar la fuerza en la Palabra, otros porque no son cercanos y a veces se vive una realidad lejos del Señor, de la Comunidad.

Hagamos la experiencia de Ezequiel 3,1-3 Me dijo "Hijo de hombre, come lo que te presento, cómelo y luego anda a hablarle a la casa de Israel” Abrí la boca para que me hiciera comer ese rollo, y me dijo: “Hijo de hombre, come ahora y llena tu estómago con este rollo que te doy” Lo comí pues, y en mi boca era dulce como la miel".

Cómete esta Palabra y él se la comió y dijo es más dulce que la miel, ojalá tuviéramos esa experiencia y gocemos de su Palabra por que la Palabra es gozo y sin embargo en

Apocalipsis 10,9-10, Me acerqué al ángel y le dije que me diera el librito. Me respondió: «Toma, cómetelo; en tu boca será dulce como la miel, pero te producirá acidez en el estómago.»

Tomé el librito de la mano del ángel y me lo comí; en la boca era dulce como la miel, pero cuando terminé de comerlo se me volvió amargo en el estómago

Dice cuando comí tu Palabra m resultó amarga ¡Qué contraste! Y eso es verdad porque cuando uno empieza el proceso del encuentro con Dios, todo le parece gracia, le resulta hermoso cómo Dios me habla, el camino me parece fácil, y conforme uno va progresando empiezan las crisis, las dificultades y a uno la Palabra le parece amarga, como medicina amarga pero que esta medicina aún amarga genera salud, cuando la Palabra es amarga es cuando nos llena de vida porque va profundizando en el dinamismo de la Palabra:

1º nos dijeron que la oración es vital, y no es opcional, vital significa que si no oras, no respiramos y se nos va la vida.

2º Aprende a acoger la Palabra, extiende el corazón para que la Palabra se cimiente en ti y tenga asidero.

3º Escucha la Palabra sin ser esos oyentes olvidadizos que se miran en el espejo y luego se olvidan de cómo están.

Ahora se nos invita a asimilar ¿Qué necesitamos para asimilar, comer la Palabra y que nos haga efecto? Una misionera nos decía, tienen un cuerpo mal agradecido porque comen y no engordan, a veces así es la Palabra comemos, pero no engordamos, no avanzamos en el proceso espiritual, es porque hay impedimentos.

Mi hermana no asimilaba la comida porque estaba mal y eso le trajo una anemia perniciosa, otros no asimilan porque tienen el hígado mal, el páncreas o le cae mal los alimentos y no se nutren.

A nivel espiritual ¿Qué me impide asimilar? Por que cuando uno come Palabra se nota, se ve a la persona nutrida, y si no se nos ve es porque: Nos falta fe, no creemos en Dios, o nos ponemos un blindaje y no nos fiamos de Él, o a veces tenemos una actitud farisea creemos que estamos convertidos a Dios y no es así, o nos acostumbramos a vivir en la mediocridad y la Palabra no echa raíces en nuestro corazón. Hoy Dios me decía: ¡Si tú quieres Yo puedo romper todos los obstáculos y darte salud de tal manera que asimilas la Palabra.

Lucas 7,7 "Por eso ni siquiera me atreví a ir personalmente donde ti. Basta que tú digas una palabra y mi sirviente se sanará" y yo le hacía esa súplica tan sólo di una Palabra y tendré fe, di tan sólo una Palabra y quedaré sano.

Asimilar la Palabra es dejar que la Palabra nos toque y nos hable al corazón, es bajar a la casa del alfarero, como barro en sus manos que el tome mi corazón y en él configure su corazón según su proyecto, y uno se queda con el corazón contento lleno de paz, de alegría, siente a la comunidad como hermanos. Hoy quiero que te dejes configurar y plasmar en ti el Cristo que quiero para ti.

Nosotros hicimos una convivencia con los jóvenes de la UNI, hicimos un dinamismo con la canción, levantar un mundo nuevo y ellos pedían repetir la canción y pensando en el contenido de la canción reflexionaban y se ilusionaban y sentía que Dios me decía: Pilar a veces propones poco, proponles ser Cristos y construir el Reino.

No temas pequeño rebaño, porque al Padre le ha parecido bien que vivan el reino y se configuren conmigo y no es tarea fácil: Y a mí me venía a la mente la parábola de la muñequita de sal, qué se preguntaba ¿quién soy? Y se sentía atraída por el mar y un día se atrevió a ir al mar y primero metió su pie y el mar lo deshizo y se horrorizó; pero se seguía sintiendo atraída por el mar y se adentró más y más y se iba disolviendo hasta que se diluyó en el agua. Y le decía al mar: Yo soy tú. Pero llegar a ser como el mar no fue fácil; uno a veces pone el pie y se desmorona, la Palabra quiere en ti configurar a Cristo y quiere que tú seas y te diluyas en la Palabra.

Marcos 10,17-22 Jesús estaba a punto de partir, cuando un hombre corrió a su encuentro, se arrodilló delante de él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para conseguir la vida eterna?» Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo Dios. Ya conoces los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas cosas falsas de tu hermano, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.» El hombre le contestó: «Maestro, todo eso lo he practicado desde muy joven.» Jesús fijó su mirada en él, le tomó cariño y le dijo: «Sólo te falta una cosa: vete, vende todo lo que tienes y reparte el dinero entre los pobres, y tendrás un tesoro en el Cielo. Después, ven y sígueme.» Al oír esto se desanimó totalmente, pues era un hombre muy rico, y se fue triste.

Este hombre estaba acostumbrado a cumplir la ley, y quizás hasta el vender todo para él era un mandamiento: pero ¡Ven y sígueme! Ya no por que implicaba dar la vida, significaba que la vida para él era su mayor riqueza, y le regateó la vida porque no había experimentado el Amor de Dios, nos acercamos a Dios para hacer experiencia del amor de Dios para que amase mi vida con la Palabra.

Esto es un proceso que no sólo es tiempo racionalizado como solemos hacer 5 minutos de preparación de la Palabra, 5 ó 10 de escucha; sino es dar toda la vida y nuestra vida con todas sus vivencias.

A Jesús lo vemos a través de toda su vida asimilando la Palabra, en el evangelio de San Mateo, vemos a Jesús naciendo en Belén, huyendo del emperador, y en cada hecho histórico va acompañado de la Palabra “para que se cumplieran las Escrituras” ¿Qué era tu Vida Jesús, un proyecto realizado por el Padre? Mi vida en la escucha del Padre, es hacer la Voluntad de Dios y dice la Biblia cuando termina la narración de su infancia: Jesús iba creciendo en gracia a los ojos de Dios y de los hombres.

Crecer es un proceso, que hace a Jesús entender el proyecto del Padre, día a día, era preguntarse ¿Qué quiere mi Padre? Por eso ora, ora y antes de empezar su vida pública, hace un retiro de 40 días y 40 noches.

Hebreos 10,5-7 Por eso, al entrar Cristo en el mundo dice: Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, sino que me formaste un cuerpo. No te agradaron los holocaustos ni los sacrificios por el pecado; entonces dije: «Aquí estoy yo, oh Dios, como en un capítulo del libro está escrito de mí, para hacer tu voluntad».

Ojalá que cuando vayamos a la oración podamos decirle: ¡Aquí estoy para hacer tu voluntad! Una misionera nos decía que vamos a la oración con un pliego de pedidos o reclamos sólo para que Dios firme, debemos ir como una hoja en blanco para que Dios escriba lo que Él desea y nos dé su Vida.

Ponernos en sus manos para que su Palabra surta mayor efecto en mi Vida porque Él es bueno, a veces somos como el joven rico no experimentamos alegría porque no queremos dar la vida. ¿Cuál es tu voluntad en mi vida? A ti te llama a dar la Vida desde la situación donde tú estás: como matrimonios, jóvenes, enamorados, misioneras etc. ¿Cómo puedes ser Cristo?

Mateo 17, 1-5 Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte alto.
A la vista de ellos su aspecto cambió completamente: su cara brillaba como el sol y su ropa se volvió blanca como la luz. En seguida vieron a Moisés y Elías hablando con Jesús. Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, levantaré aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
Estaba Pedro todavía hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y una voz que salía de la nube dijo: «¡Este es mi Hijo, el Amado; éste es mi Elegido, escúchenlo!»

Jesús experimentó consolación: ¡Este es mi hijo Amado! Porque hace mi voluntad, eso era su gozo, el fundamento de su VIDA, el saberse el gozo del Padre. La voluntad del Padre aún en los peores momentos, es el gozo del trigo que muere para dar Vida a muchos, y Jesús también siente la turbación y aún así no se retracta porque para eso ha venido a hacer su voluntad, aunque a veces suponga dolor, Él va confiado porque tiene la experiencia de saberse amado.

Uno, a veces, cuando no quiere hacer la voluntad del Padre, le decimos habla claro porque no entiendo, porque nos da miedo a veces dar el paso.

Como el caso de la niña de tres años que ha sido baleada y la ha dejado cuadripléjica, aún ahí nos habla Dios, aunque escuchemos otras voces que opinan tan diferente porque cada uno tiene su opinión, Dios no quiere esas situaciones pero entra en juego la libertad del ser humano que nos hace daño a nosotros mismo y a los demás.

Ojalá entienda lo que Dios quiere de mí, yo he vivido mucho tiempo no aceptando mi enfermedad porque vivía con los deseo de ser la mejor alumna, ser la más eficiente, cuando estuve en el colegio, la profesora vio que perdía la vista y que con el tiempo iba a quedar ciega, y me quisieron mandar a un colegio especial, pero gracias a mi mamá no lo hicieron.

Cuando estaba de misionera, yo quería ir a África, pero también no pude porque allí hay la enfermedad de la Malaria y las vacunas disminuyen la visión, por lo tanto no fui y me costó mucho asimilar esta limitación, y tuve que ir a mi casa, hasta que en este mes de enero fui a un retiro y fue una conversión muy fuerte cuando meditaba estas palabras de un himno de navidad: Ver llorar a la alegría, ver tan pobre a la riqueza, ver tan baja a la grandeza y ver que Dios lo quería. Y era entender que la Voluntad de Dios se acepta aún en los reveses de la vida porque Él es más grande que todo, y es Bueno y es abandonarse en sus brazos de Padre.

Lucas 12,6-7 ¿No se venden cinco pajaritos por dos monedas? Pues bien, delante de Dios ninguno de ellos ha sido olvidado. Incluso los cabellos de ustedes están contados. No teman, pues ustedes valen más que un sinnúmero de pajarillos.

Díganme, ¿Quién cuenta los cabellos? Parece un trabajo ocioso, trivial, pero lo que pasa es que tu vida no pasa desapercibida para Dios, porque tú vales mucho más que esos pajarillos. El Padre sostiene mi vida, por eso doy mi vida porque el Padre no me abandona.

Asimilar la Palabra es asimilar la Vida de Dios, Él nos dice come la Palabra porque el camino no es fácil y es largo, que la Palabra se encarne en nosotros y que no nos pase como el joven rico salir de la oración tristes por no gozar de la experiencia de dar la Vida.

Pidamos a María, Ella que guardó la Palabra en su corazón, para comerla, asimilarla y hacer de su Vida una entrega total a Dios porque sabía quien se había confiado.

Pilar



Citas para la semana:

CICLO: FRAGUA DE AMOR                                                  Tema Asimila la Palabra

Miércoles: Jeremías 18, 1-5 Asimilar la Palabra es dejarnos forjar por Dios.

Jueves: Hebreos 10, 7-8. Es ponernos a acoger su voluntad en nuestra Vida.

Viernes: Juan 5,34 Es encontrar nuestra alegría en hacer su voluntad.

Sábado: Lucas 12,5-6 Supone confianza en su Amor y providencia.

Domingo: Juan 12, 23-24. Es dejarnos sostener en la prueba.

Lunes: Eclesiástico 2,10-18. Es fruto de sabernos en sus manos

Martes: Romanos 8,28-29. Asimilar la Palabra para ir siendo Cristo.

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