RESUMEN DE L ESCUELA DE LA PALABRA

Cuando venimos a la Escuela de la Palabra, nos preguntamos ¿Qué es la Escuela de la Palabra? ¿Para qué venimos a la Escuela de la Palabra? Y era bonito entender y ojalá lo tomen en serio: Es la experiencia de encontrarse con Dios y tener respuesta a las preguntas existenciales que nos hacemos, como por ejemplo cuando fui a Trujillo me encontré con mi amigo, que su padre había muerto y se preguntaba ¿Por qué la muerte? ¿Por qué el sufrimiento? ¿el dolor? Odio, inseguridades que escapan a la ciencia del hombre.
La Escuela de la Palabra es para que en experiencia con Dios, encuentres respuestas no sólo para ti, sino para todos aquellos que están a tu alrededor.
Como baja la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá sin haber empapado la tierra, sin haberla fecundado y haberla hecho germinar,
para que dé la simiente para sembrar y el pan para comer, así será la palabra que salga de mi boca. No volverá a mí con las manos vacías sino después de haber hecho lo que yo quería, y haber llevado a cabo lo que le encargué.
La Palabra dada esta noche no retornará vacía, sino que entrará tu vida para empaparla y hacerla germinar para que no tarde en lograr su cometido, Ábrele tu corazón que es necesario porque la Palabra tiene poder porque por ella se hicieron todas las cosas y es la luz que ilumina tu camino y te capacita para discernir y encontrar respuesta todas tus preguntas.
En el principio era el Verbo (la Palabra), y el Verbo estaba ante Dios, y el Verbo era Dios. Por él se hizo todo, y nada llegó a ser sin él. Lo que fue hecho tenía vida en él, y para los hombres la vida era luz. Y el Verbo se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre el Hijo único; en él todo era don amoroso y verdad.
La Palabra encarnada se hizo carne en medio de pajas, en medio de tu corazón, porque es pobre y no necesita de nada.
La Palabra de Dios se hace carne porque te necesita, nosotros somos dichosos porque a Él le ha parecido bien nacer entre nosotros. En el tiempo de adviento a través de las escuelas, de la liturgia proponía citas de los profetas sobre lo que significa la venida de Jesús, donde se nos daba esperanzas, alegrías, fiestas un lugar donde ya no iba a ver dolor y se enjugará toda lágrima.
Yo nunca había reparado en estas promesas pero ahora sé que es verdad, y me decía: ¡Cuánta falta de sencillez tengo!
Los Reyes Magos, no podrían llegar previo protocolo y por llegan a Herodes y le preguntan ¿Dónde está el Rey de los judíos? , caía en la cuenta que ni Herodes, ni el pueblo sabían sobre el nacimiento de Jesús, y a veces nosotros estamos así, porque vivimos dejándonos llevar por la superficialidad, por lo externo, pero no vivimos la novedad del nacimiento y que las promesas hecha por los profetas se hacían realidad, y es por la falta de sencillez de corazón.
Y eso hace que nosotros por el desánimo, no podamos anunciar el nacimiento de Jesús y no voy más allá para que los demás abran su corazón a la navidad y que nazca Jesús.
Yo quería hacer una cosa bonita en mi trabajo, comprar velas, como dando el significado que la mecha de la fe no se apague, pero por diversas situaciones no se hizo; lo mismo quise hacer en mi casa, nos fuimos a la casa de la abuela, pero me olvidé de las velas, pero hicimos algo espontáneo y nuestro corazón se abrió a recibir a Jesús.
Herodes estaba ansioso por saber la realidad del nacimiento, y al verse engañado mandó a matar a los inocentes menores de dos años. Jesús necesita nacer en cada corazón, cada día, que tengamos un encuentro personal con Él, a través de la oración.
Herodes mandó a matar a Jesús, y así hay situaciones que quieren matar a Jesús en nuestro corazón como la soberbia, el cansancio, el trabajo, pretextos que ponemos para no orar, y que impiden vivir la experiencia feliz de encuentro con Jesús.
Los Reyes dejaron todo para ir ver a Jesús, dejaron su país, sin temer los peligros y riesgos que corrían de robos, asaltos. Y dieron prioridad a la experiencia de encuentro con Jesús.
¿Por qué nosotros no hacemos esto? Yo siempre he deseado vivir con mis sobrinos, para enseñarle quién es Jesús, llevarlos a la Iglesia y enseñarles dónde está Jesús, pero con tristeza veo que no saben hacer ni la señal de la cruz y miraba cómo invierten en justas fiestas de promoción y se dan tiempo para prepararlas y ¿la vida de Dios?
Los llevé a la Iglesia y les dije que Jesús está en su corazón y en el sagrario.
Después de marchar los Magos, el Ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes buscará al niño para matarlo. José se levantó; aquella misma noche tomó al niño y a su madre y partió hacia Egipto
La Palabra de Dios nos invita a escuchar lo que Dios dice y lo que realmente necesita de nosotros. No basta escuchar sino obedecer, a veces venimos a la oración, escribimos, cerramos el cuaderno y no lo vivimos. Si la vivimos vamos edificando nuestra vida de Dios en bases firmes.
Escuchemos la Palabra con corazón sencillo, para acogerla y cuidarla para nosotros y las personas que dependen de nosotros. Un corazón centrado en Dios, todo lo puede tiene fuerza para vencer ¿Cómo se cuida la vida de Dios? ¡Levántate! Porque el camino es largo, lleno de pretextos, lo que ayuda es la oración y la experiencia de Dios se predica, se comparte.
Orar a veces cuesta, cuesta hacer la Palabra de Dios, a veces la tentación de no hacerla, no tengo tiempo. Pero a mí me gustaría aceptar el reto de predicar siempre la Palabra e Dios y aprender a hacer frente a las dificultades que impiden a Dios darse.
Entonces no seremos ya niños zarandeados y llevados por cualquier viento de doctrina o invento de personas astutas, expertas en el arte de engañar.
No actuemos como niños, y hay que pedirlo pedir que Jesús nazca en nuestros corazones y en el de nuestros hermanos y allí haya alegría, paz, esperanza…