Tu Rostro buscaré Señor

Estamos En la tercera semana de cuaresma, y en la Escuela de la Palabra acompañamos la riqueza de la Palabra a través de los diferentes tiempos litúrgicos: Cuaresma, Adviento, Pentecostés…

Ya estamos a mitad del tiempo de cuaresma y sería bueno preguntarnos ¿Qué significa la Cuaresma en mi vida? ¿En qué me ha aprovechado este tiempo?

La Escuela de la Palabra es el espacio y lugar para escuchar la Palabra de Dios, y mirar ¿Qué quiere Dios de mi vida y de la vida de los demás? La Palabra de Dios nos habla porque es ALGUIEN, es Jesús, es una persona que tiene voz, sentimientos, deseos, objetivos, motivos para vivir y para morir.

Jesús nos dice qué necesitamos en nuestra vida, con su riqueza nos prepara para vivir la Pascua, el paso a una vida nueva, el pecado se vuelve gracia.

La samaritana, Nicodemo, el ciego son personas que se encontraron con Jesús, le creyeron y resucitaron, la Palabra nos lleva a un dinamismo de cambio y ser una criatura nueva.

A mí me marcó las lecturas del comienzo de Cuaresma, cuando dice rasguen su corazón, porque en el antiguo testamento se rasgaban la ropa, reconociendo sus pecados su debilidad; pero Dios nos invita a no quedarnos en la apariencia sino en el corazón ahí encontrarnos con Él y ver ¿Qué pecados míos y de los otros no me hacen libre?

Abrir el corazón a Dios y reconocer nuestros profundos deseos de donde nacen las tentaciones de tener, poder y de placer que hace que mi vida sea inconsciente de los que soy.

Y Jesús me invita a responder a esos deseos con su Palabra. Los deseos son buenos, cuando no busco lo superfluo, el poder porque tengo dinero, un puesto, honor que me hacen no amar a mis semejantes. El deseo es grande porque es la búsqueda de Dios.

La Palabra tiene fuerza, luz y gracia para iluminar nuestra vida y sacar de nuestros deseo su riqueza y para ello es imprescindible la oración, para entrar en nuestro corazón ver nuestras debilidades y no las justificaciones de caer en la tentación.

Con una persona quedamos en algo para que lo vea y ore, y no le fue bien y me echaba la culpa de ello y yo le decía yo te propuse para que tú actúes en libertad, encontramos en nuestros fallos a culpables y justificamos nuestros errores, hay que ser sinceros y entrar en nuestro interior y orar, orar para ser perfectos hijos de Dios, ser otro Cristo en este mundo, en esta sociedad ser personas de fe, coherentes, que se amen.

La Cuaresma tiene dos columnas: 1) Contemplar a Jesús en su camino de transformación y de aceptación a la voluntad del Padre y 2) cómo voy a vivir lo que Jesús ya lo vivió, porque el deseo de Dios es que seamos otro Cristo.

He deseado comer esta Pascua con ustedes para pasar de la muerte a la vida; del infierno al cielo, en cuántos hogares se vive el infierno, debemos ver a Dios, verlo cara a cara.

Para Jesús orar es vital, para ser Cristo tenemos que orar, Jesús ora en la madrugada, en momentos difíciles, y ora horas y horas para que ninguno se pierda, Él tiene una vida orante.

En Lucas capítulos 10,11 y 12 Jesús se dispone a ir a Jerusalén para su pasión y muerte, lo primero que hace es dar instrucciones a sus discípulos cómo orar, porque nuestra vida es una constante cuaresma y necesitamos orar, tomar decisiones firmes para salir a flote y aclararnos cuando estamos confundidos.

Santa Isabel de la Trinidad cuando una señora quería que le diera consejos, ella respondió venga dentro de una semana porque voy a consultar con mi Concejo, y ese concejo era la Trinidad.

La oración nos confronta, cómo un espejo ¿a quién vemos en el espejo? irnos trabajando lo que nos hace falta ¿Cómo? Mateo 6, entra en tu habitación y habla con tu Padre en lo secreto, porque Él conoce tus secretos, a veces nos engañamos a nosotros mismos, a los demás y queremos engañar a Dios, diciendo: no pasa nada… pero tu Padre sabe lo que tienes y te dará las fuerzas para salir de tu pecado.

Reconocer nuestros pecados delante de Dios nos da la libertad y nos purifica, eso es rasgar el corazón, Dios te da respuesta en todo momento.

Una vez le preguntaron a Santa Teresita ¿Qué haces tanto tiempo en la Capilla? Y ella respondió: Él me mira y yo lo miro, eso es orar dejarte mirar por Dios, entra en tu aposento y el Padre que te ama, te conoce, nada se le escapa porque quiere tu felicidad.

Nosotros somos el barro, hechura de sus manos, acariciado constantemente por Dios; y llevamos dentro de nosotros ese tesoro que es Dios, su Amor. ¿Qué trabaja Dios? Trabaja nuestra fragilidad para hacernos más firmes, una persona enferma es débil, y tiene pocas defensas lo mismo sucede con la fe sino oramos, oramos para tener vida plena, fuerte y firme.

No seamos como veletas que están a merced del viento, inconstantes, cambiando de opinión y no actuamos por convicción, ojalá en este tiempo de elecciones actuemos más por convicción que por lo que dicen la gente o las encuestas.

En la terapia homeópata el doctor no cura el miembro enfermo sino que refuerza el sistema inmunológico así la oración quiere curar nuestro sistema de la apatía, celos, envidias... refuerza nuestras defensas porque Dios sabe cómo curarnos, sabe que añoramos la eternidad.

Nosotros hemos recibido abundantes gracias desde nuestro bautismo, porque el Espíritu Santo ha sido derramado en nosotros, con todos sus dones y frutos. El me ha dicho: Tú eres mi hijo, mi predilecto.

La Cuaresma es tiempo de despertar al Amor como dijo la Samaritana: Dame el Espíritu Santo para que ya no venga a buscar más amor a seres de polvo que no me colman, dame de ese don para no tener más sed. Nuestras faltas de amor, se curan con el Amor de Dios. Todos tenemos carencias afectivas y por eso abrir el corazón a Dios para que lo llene con su gracia.

Y Jesús le dice: Tráeme a tu marido, ese que tiene tu corazón herido ¿Qué te han hecho tus maridos? Y la samaritana al saberse detectada dice: Veo que eres un profeta, porque le tocó su debilidad. Vio en Jesús a alguien que la saca de sí misma y le habla más allá del amor humano.

Cuaresma es tiempo para ver a Dios, abrirse a la fe, a una vida nueva que no estás destinado a la muerte sino para la vida eterna que comienza aquí en la tierra y se prolonga en el cielo.

Los verdaderos adoradores adorarán a Dios en espíritu y verdad, Jesús es más que un profeta es el verdadero Hijo de Dios.

Yo sé que va a venir un profeta y Jesús le dice ese soy Yo, el que te espera.

En esta noche reconoce a Jesús, dialogando en ratos largos para que el camino sea más fácil, míralo como tu Salvador, dile: Deseo ver tu rostro Señor porque tú eres mi refugio, Dios se deja encontrar por los que le buscan, llámalo y pídele lo que quieras, no te escondas de su rostro, no te escondas en esas cuevas, deja ver tu rostro, escuchar su voz, no desconfíes de Él, en la oración tocamos el cielo, el corazón de Dios ¡Qué bien se está aquí! Y disfrutar del Amor de Dios.

La Trinidad sigue trabajando ¿En qué? Le preguntaba: en llevar tu vida a la plenitud, en seres que amen, no afees el rostro de Dios en ti, con tus tristezas, cólera, celos e impaciencia, te queremos ver gozar de la presencia del Espíritu Santo.

La Trinidad abocada en que encontremos la perfección en el Amor de Dios.

Dar gracias a Dios porque está empeñado en que nps sintamos hombres amados y por eso colma nuestra vida de sus gracias.

Cuaresma camino de oración con humildad reconociéndonos que somos débiles y que no sabemos orar en medio del mundo.

En Filipinas el Dictador Marcos quería perpetuarse en el gobierno y las diferentes iglesias se unieron en oración para que deje el gobierno porque el pueblo sufría cada vez más sus desaciertos, y cayó enfermo y se fue a Estados Unidos dejando el gobierno libre para la democracia.

Nosotros somos personas orantes con capacidad de dialogar con Dios, y se nota por los frutos, una persona que ora tiene paz, actitudes de amor, perdón tolerancia etc.