RESUMEN DE LA ESCUELA DE LA PALABRA


Me ayudaba recordar en la Historia de Salvación de hablar del resto de Israel ¿En qué sentido? a la salida de Egipto, salió un pueblo numeroso y que poco a poco se fue reduciendo, porque se quedaron en los lugares donde pasaron o murieron, pocos los que llegaron a la Tierra prometida y aún llegando a la tierra prometida, llegó un rey y los desterró a Babilonia y sólo volvió un resto,
Ahora nosotros somos ese resto que queremos escuchar la Escuela de la Palabra y le daba gracias a Dios por los que vienen, porque unos vienen de muy lejos, otros cansados después del trabajo porque entendemos que la escuela de la Palabra es el alimento para la semana, y nos va a fortalecer en nuestras opciones.
Después de los ejercicios espirituales entramos a una nueva etapa, tanto la rama de matrimonios como las misioneras, y me daba ilusión el poder ser respuesta para el mundo después de la luz recibida y es que no estamos dormidos, estamos vivos. Somos el pueblo que pone su confianza en el Señor y con Él es posible de llegar hasta los confines de la tierra.
Porque es en la Palabra que está nuestra fuerza porque la Palabra es Vida y nos lleva a vivir algo nuevo en las situaciones en que nos encontremos: en la casa, en el trabajo.
La Palabra pone ese tono de eficacia porque nos ha sacado de las tinieblas en que vivíamos a la luz, nos levanta y nos saca de donde hemos estado y nos limpia el corazón.
Somos el resto que busca en la Palabra, la inteligencia, la sabiduría para poder responder a las situaciones del día.
Veía una caricatura de los candidatos presidenciales, que los ponían como globos con los pies en el aire, debido a lo que prometían, la Palabra de Dios pisa tierra y actúa de acuerdo a nuestra realidad, por eso es eficaz.
En todo este tiempo, vamos a profundizar la espiritualidad sobre la comunión, porque la Iglesia lo está pidiendo, el diálogo con otros movimientos , se trata de hacernos ecuménicos y este mundo globalizado así lo pide, a pesar de que hay mucho pluralismo, muchas ideologías, filosofías ¿a dónde está la verdad?
Necesitamos de la comunión y el Verbum Dei, tiene la respuesta en las cuatro fuentes de espiritualidad que tenemos donde podemos responder a este pluralismo.
1ª Fuente de la Inhabitación de la Trinidad.
2ª Fuente de que somos miembros del Cuerpo Místico.
3ª Fuente de la Eucaristía
4ª Fuente María, que hace posible todas las fuentes, Ella las ha bebido y vivido en comunión.
María es la garantía que podemos vivir en comunión en medio de la pluralidad, y la diferencia.
En el matrimonio los dos son diferentes pero los hace uno el Amor; en el trabajo no somos iguales o en la familia pero tenemos una fuente donde todos podemos beber y resolver cada situación.
Vamos a meditar el sueño de Dios, que haya unidad para que el mundo crea. La Trinidad como fuente en nosotros, somos morada de Dios, casa de Dios, nos enseña como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo siendo diferentes viven en comunión.
La Trinidad es fuente de comunión, Jaime nuestro fundador dice: La Trinidad es el amor Fontal, es la fuente como viven la diversidad en la unidad.
El padre creador de la Vida, que la sostiene y la mantiene por puro amor, es el amor del Padre que espera al Hijo pródigo, y que muestra su amor misericordioso.
El Hijo que se encarnó que tiene una misión diferente, es el que nos compró con su sangre y se hizo camino para entender el camino que nos lleva a la verdad.
El Espíritu Santo es diferente es el que va actuando en nosotros, es el abogado, el arquitecto y nos defiende de nuestros enemigos.
¿Cuál es el punto de unión entre ellos? Que nosotros seamos hijos perfectos, su objetivo es la salvación para que todos podamos compartir la Vida Eterna y disfrutar la vida plena y que ninguno se pierda.
Ahí tenemos un motivo para la dedicación a la misión a tiempo completo, te quiero como María introducirte en el Plan de salvación.
Jaime dice, La Trinidad, Amor Fontal, para que lleguemos a la realización plena, bebe como María.
Por eso les invito a abrir la puerta de nuestro corazón para que ellos entren, si alguien me ama entraremos en él y cenaremos tú conmigo y yo con él,
Dios busca la comunión con nosotros para que seamos Uno, Dios se hace el invitado, yo quiero quedarme en tu casa. Abrir para que la fuente del Amor se quede en tu casa. Un Amor limpio, sin prejuicios.
Ezequiel 47,1-ss, sale agua por todos los lugares, y dice mira esa fuente que va al sur, sale del templo de Dios y Dios le dice métete hasta que le llega a cubrir y tiene que salir a nado, Mira el chorro, sale del corazón de Dios, y ves cómo crece plantas y animales por donde pasa, y ya no habrá más muerte porque sus aguas curan. Las aguas de nuestra vida, salen del corazón de Dios y van a curar a sanar otros, que están enfermos de envidia, celos, tantos males que tiene el hombre y tú será quien cure con tus aguas que salen de Dios.
Jesús le dice a la samaritana: Yo soy el agua viva que tu corazón anhela, donde puedes beber cuando tu quieras.
Apocalipsis 7,17, el Cordero, Jesús, será el Pastor que lleva a la fuentes de agua viva, El Espíritu Santo, es el agua Juan 7,37 vengan a mí, esa agua es el Espíritu Santo. Dios mismo se encarga de decirnos que somos manantial, fuente de Amor. El se compromete con nuestra vida para que no le falte el agua viva, su Palabra, y si tú bebes del agua que te ofrezco serás manantial para muchos. Serás Huerto cerrado, manantial por eso cuido tu vida no quiero que nadie te ensucie, ni contamine, o la maten, el Espíritu Santo en el Cantar dice yo voy a guardar tu manantial.
Estamos en las manos del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, que quieren llevarnos a la comunión, que sean Uno.
Jesús ora por la unida (Juan 17) Jesús enséñanos a orar y entrar en el diálogo para ser manantial y en días de sequía no pasaremos sed (Jer 17) porque estamos pegados a tu manantial para llegar a ser uno contigo.
No tengas miedo porque hay agua para ti y miles de generaciones para la Vida Eterna de muchos.
Danos de es agua para no sufrir por esas carencias afectivas que tengo, y que no me dejan amar por que el pasado y el presente me hacen daño.
La Palabra dice ¡Ven y bebe gratis! Del manantial que es la Trinidad en nosotros.
Te quitaré esa agua salada que tienes, te quitaré esa saladera, Ven ábreme tu mente, tu vida, tu corazón y te calmaré tu sed
El que oiga diga ¡Ven! Todo depende de nuestra decisión de aceptar el querer ser manantial.
Entremos a la unión con el Padre, Hijo y Espíritu Santo y saciaremos nuestra sed de amor porque la presencia del Amor de Dios la llevaremos a cada uno de nuestros ambientes. En Él somos manantial para saciar la sed de muchos.







































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