RESUMEN DE LA ESCUELA
30/10/2012
Para mi es muy en esta
escuela, porque es un llamado de Dios para escuchar su Palabra. Venir a la
Escuela es un regalo porque Dios está aquí cercano, amigo que me habla de tú a
tú.
Hoy como todos los martes teneos una cita con Dios por medio
de su Palabra, como el ciego de Jericó, Bartimeo que llamaba a Jesús, aunque los demás le
dijeran que se calle, Hoy Jesús te
llama, te llama para que lo busques en el día a día.
Y Jesús te pregunta ¿Qué quieres que haga por ti? Deja que
él te sane, cure tus heridas, Él nos conoce. Antes yo vivía una vida vacía, sin
felicidad, y era trabajo, más trabajo
para llenar y evadir mis preocupaciones, pero gracias a Dios, m envió a personas que me
dieron a conocer cómo hablar con Él.
La palabra de Dios nos hace discípulos y Jesús es el maestro
y aprendemos a ciencia cierta que Él es bueno. La Palabra nos envía y nos hace
misioneros, antes sólo pedía a Dios y hablaba yo sola, contaba a todo el mundo
mis problemas hoy a través de la oración dialogo con Dios, y su Palabra me da
vida, encuentro el camino correcto y ya no voy detrás de las personas que por
celular o televisión te dicen que te darán suerte, si las escuchas. El secreto
de la felicidad es saber escuchar, y preguntar ¿qué hay detrás de estas
circunstancias? ¿Qué me quieres decir?
¿Qué hay detrás de todo esto?
Hace dos años me casé y los primeros años son complicados
porque es juntarse dos personas tan diferentes, es difícil convivir, es un reto
para valientes, un reto a la fidelidad, a la tolerancia, al amor.
Sino hubiera sido por personas que me dieron la palabra d Dios no hubiera llegado hasta aquí, porque
entendí que el matrimonio es un proyecto de Dios para el mundo, cosas sencillas
nos hacen pelear, y yo que me creo perfecta, veo que no es así, con la fe en
medio de las circunstancias, el Señor va sacando lo mejor de cada uno, y ha sacado un diamante que es el Amor. Para
mi la vida es un camino a la felicidad, y si me, sé cómo volver a Ella, a través de la Palabra
, mi felicidad depende de la escucha a Él.
El Padre Edgar nos decía el martes anterior, que hemos sido elegidos, Él nos eligió para que estuviéramos con Él. Y seamos sus relevos. Es como la
Samaritana, que Jesús se le acerca y le dice: ¡Dame de beber! Jesús la espero
hasta que ella dijera dame de beber el agua de la salvación.
Y ahora nos pide dame de beber , lleva la Palabra a mucha
gente, fuimos a ver un matrimonio muy amigo nuestro que se casó antes de
nosotros y cuando conversamos percibimos unas bromas llenas de frustración,
confrontación, amargura, rencor y sentía que Dios me decía ahí te necesito para cambiar el mundo,
Si conocieras el don de Dios, el amor que te puedo dar y no
lo vayas reclamando a otros, luego la samaritana se fue a predicar, no se queda
con lo que escuchó del Señor, sino que lo que recibió le quema dentro del
corazón y sólo se alivia cuando se da esa Palabra escuchada y vivida.
La Palabra es agua para dar, como dice Pablo predicar es una
obligación de amor, de amistad de encuentro con Jesús, y darla a los hermanos,
sobre todo con aquellos que aún no les ha llegado la Palabra como uno de los
jefes de la empresa que le gusta hacer sentir mal a la gente: humillándola,
calificándolas de ineptos y etc… y que
es la experiencia con Cristo es la certeza de la felicidad, que es fuego que si
no se propaga se apaga.
Y además damos gratis lo que gratis se nos dio. La fe nace de la predicación, en Trujillo,
hay personas que han formado sus fraternidades gracias a que alguien les
predicó, ahora es recordar quien me
llevó a la fe, ¿quién me predicó? Y ¿Cuántos esperan de mi?
Hoy día quería repasar mi charla, y el ambiente no era
propicio porque mi jefe había renunciado
y yo me preocupaba y sentía que ella me necesitaba y Jesús me
decía ahí te necesito que ocupes mi lugar. Ahí donde hay violencia verbal y es
porque no te conocen.
Dios nos necesita apoyándonos unos a otros en el Verbum Dei,
en nuestro carisma y aceptar cada uno los dones que nos ha dado, un don y desde ese don predicar ¡dame de beber! Desde las circunstancias en
que te encuentres.
Pedirle a María, al Espíritu Santo dar la Palabra a cada
persona que lo necesite.
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