HIJO MIO, DAME TU CORAZON


 Con mucha alegría acojo el dar la Escuela de la Palabra, y prestar mi vida para contagiar la fe que me ha dado. ¿Por qué es necesario prestar la vida a Jesús? Para dar Vida a cada uno de nosotros.
Qué es una Escuela de la Palabra? 1 Juan 1-4 Lo que hemos visto, oído, esto os anunciamos para que tengan vida y Vida en abundancia.

Venimos para recibir la Palabra de la Vida y la necesitamos. Dios se muere de ganas para darte su Vida-Amor, para que nosotros reaccionemos y nos dispongamos a vvir bien y nuestro gozo sea completo.
Por eso te dice "¡Hijo mío dame tu corazón! Abre tu corazón, para que mi Palabra entre a tu corazón."

Recuerdo que en la prédica de un joven, el decía: Dios me hace feliz, y si a ti no te hace feliz, es que no estamos hablando del mismo Dios.

La Palabra de Dios, va actuando y quitando del corazón lo que no sirve, es como la escultura de un caballo, antes era una piedra y el niño al verlo exclama ¡Guau! El escultor ha ido sacando de la piedra lo que no sirve hasta darle forma; así la Palabra esculpe lo que realmente es el hombre.

La Palabra de Dios es viva y eficaz, entra al fondo del alma y escruta hasta haber cumplido con su misión, como la lluvia hasta que haga bien y logre su cometido, por eso hay que acogerla para que tenga efectos en mí. Hijo mío dame tu corazón.

Hechos 1, 4-11 Me daba cuenta que Jesús, en sus últimos minutos de estar en la tierra con sus discípulos les encarga: "ustedes serán mis testigos por toda la tierra", lo veo a Jesús con mucha paciencia, porque mientras él está preocupado por la Misión, los discípulos se quedan mirando al cielo.

Nosotros nos encontramos mirando espejismos que aparentan el amor de Dios, ¿Verbum Dei? ¿Por qué se entretienen, qué te adormece, qué te quita la atención y no son mis testigos? Jesús, necesita personas comprometidas en la Misión y que rocen con la Palabra de Dios para que la den a otros. Necesita personas que encuentren sentido diferente hacer la Misión.

Misión significa tiempo, para formaciones, para defender la oración; pero el trabajo desvía nuestra atención, el cansancio desvía nuestra mirada.

Me fui a Trujillo, porque operaban a mi mamá, y fui a la comunidad a recibir pautas y me di tiempo para hacer una oración detenida, larga y prolongada y Dios me dio como fruto que me diera cuenta de que mi vida no tiene brillo, ni en mi familia, ni en el trabajo, ni con mi enamorada. Mi vida se centraba en el trabajo, en agradar al jefe, buscar el aprecio de todos.

¡Pero, qué bueno es orar, porque me di cuenta de que el trabajo me hacía vivir angustiado y que me hacía olvidar hasta de mis proyectos personales: como crear una familia que respire Amor, que bombee el Cuerpo de Cristo, donde se respire a Dios. Muchas veces el trabajo es el centro de todo y es más bien un medio para realizarnos como personas.

¿Qué voy a orar si ni vida tengo? Me di cuenta de lo que significa la oración y desde ella ves el trabajo diferente, con otro sentido, sientes que te das y te dan ganas de predicar. En la oración se forjan los discípulos según el corazón de Dios.

¿Pero cómo van a invocar a Dios si no hay quien les predique? ¿Cómo seremos enviados si no oramos? No puedes ser testigo si no tienes experiencia de oración. No hay amor más grande que dar la Palabra.
¿Qué te detiene? ¿El trabajo, hijos, qué no te permite orar? Nos embotan tantas cosas ¿Por qué nos ocurre esto? Que en vez de vivir sobrevivimos. Me doy cuenta de que tenemos muchos miedos, miedo a quedarnos sin nada. Dios me decía: "Rafo ¡Suelta todo!" El tiempo que me roba la vida, necesito tiempo para darle a Dios.

Darle un momento auténtico a Dios, es una inversión. El miedo, la desconfianza lo trasmitía hasta a mi enamorada y eso es fuerte; mientras que ella me daba su cariño, su amor, yo por mi trabajo, el no saber con quién estaba, ni sus intenciones, lo proyectaba en mi enamorada. Es que  mi corazón estaba seco de Dios.

En oración le abrí mi corazón a Dios y volví a vivir a vivir diferente, porque Dios me decía ¡No tengas miedo a nada! Despréndete de todo! Y vive para Dios, busca primero el reino de Dios y lo demás se te dará por añadidura. ¡Suelta todo y no tengas miedo a nada! Ponte en mis manos en una oración prolongada donde me ganas de hacer la voluntad de Dios. Cuando uno se llena del Amor de Dios tiene ganas de amar a todos y llevar a las personas a Dios.
Tener momentos prolongados de oración, para ser sus testigos, donde Dios me enamore desde nuestra realidad dar la Palabra y eso cuenta y vale la pena vivir la Vida de Dios.
En el camino encontraremos dificultades, pero al final verás lo bueno. Cuando uno lucha y aunque a veces no ve nada y dices esto no es para mi, Jesús te dice: Llorarás y tendrás tristezas pero odo esto se convertirá en alegría.
Meternos en la Palabra y poder orar para que la Palabra nos transforme desde dentro, para que tengan vida y su gozo sea completo.
Pase lo que pase, Dios tiene tu vida en sus manos y serás su testigo. Enamoremonos de Jesús y todo lo podremos.

Rafo

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